Editorial


SOS de El Carmen de Bolívar

Galo Torres, Alcalde de El Carmen de Bolívar, capital de los Montes de María bolivarenses, quiere que el presidente Santos declare a su pueblo en “estado de desastre” por los estragos de las lluvias. El casco urbano de El Carmen está en crisis, esta vez porque el cauce del arroyo Alférez se erosionó y tiene a muchos barrios al borde del colapso, literalmente hablando. El Alcalde se queja de que le inmovilizaron un banco de maquinaria que compró bajo la figura de la urgencia, ya que con estos equipos podría haber mitigado muchos de los que ahora son peligros casi inescapables. La crisis de El Carmen se agrava con el invierno, pero la padece desde hace años de muchas maneras, casi todas nacidas de la corrupción y la politiquería, como no se cansa de denunciar el alcalde Torres. Los dineros para construir un acueducto se los han robado varias veces, y no hubo quien lo evitara, a pesar de las denuncias. Los Montes de María fueron declarados por el Gobierno una especie de laboratorio del pos conflicto, luego de que terminara la violencia guerrillera y paramilitar, que ahora amenaza con reencarnar en narcoterrorismo puro, allí y en varias partes de la Costa Caribe, donde distintas vertientes mafiosas se disputan los corredores del tráfico de drogas ilegales. El “laboratorio” de los Montes de María consiste en que luego del triunfo de las armas legales, gracias al compromiso de las Fuerzas Armadas y de los campesinos con la institucionalidad, el resto del Estado tiene que “tomarse” el área con salud pública, acueductos, energía, educación, vías, formalización y traslado de tecnología agrícola y pecuaria a los campesinos. Hay avances, pero son demasiado pequeños. La falta de tierra propia también es un problema creciente para los campesinos, ya que justo detrás de las conquistas militares de las distintas áreas marchaba un contingente de compradores bien informados y mejor conectados, aprovechando la crisis para adquirir extensiones enormes por sumas irrisorias. El presidente Santos debería oír la petición del alcalde Galo Torres, pero debería ir mucho más allá, y declarar también a este municipio como laboratorio del buen gobierno, la base principal de su filosofía política. Este laboratorio acabaría con los carteles, unos de renombre y otros no tanto: el cartel de los jueces y sus calanchines politiqueros; el de los acueductos inexistentes; el de los compradores de tierra y sus testaferros dentro y fuera de las entidades públicas; el de los expertos en alterar documentos de propiedad y manipular los registros públicos para que las escrituras torticeras sean formalmente legales; y el de los entes de control que no ven, oyen ni entienden. El del Carmen de Bolívar sí que sería un laboratorio válido y éticamente productivo si el presidente Santos le metiera la energía del buen gobierno que siempre ha reclamado para Colombia. Y ahí está el alcalde Galo Torres denunciando las anomalías, aunque para esclarecerlas sería indispensable un batallón, pero esta vez de procuradores, fiscales y jueces incorruptibles.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS