Editorial


Tierra cara y vivienda social en Cartagena

A comienzos de abril, el empresario de confecciones Arturo Calle visitó al alcalde Campo Elías Terán y le dijo que estaba dispuesto a dar su apoyo a los planes de vivienda social del Distrito en la zona de la Ciénaga de la Virgen, pues aseguró que le preocupa el alto índice de pobreza en que vive la comunidad.
El viernes pasado, el alcalde Terán consideró que el anuncio del presidente Santos de entregar 100 mil viviendas gratis a las familias más pobres de Colombia le cayó “como anillo al dedo” a su plan de renovación urbana y a su propósito de lucha contra la pobreza.
Según el razonamiento del alcalde, el Gobierno nacional debería dar 5 mil de las 100 mil viviendas gratis a Cartagena, pero en vez de construir nuevas casas en distintos sectores, podría destinarse ese monto a demoler las viviendas precarias en barrios aledaños a la Vía Perimetral, El Pozón o Nelson Mandela, entre otros, y construirles unas nuevas.
Las razones de esta propuesta las expuso el propio mandatario local: en Cartagena la tierra para construir viviendas nuevas es muy cara y en muchos sectores no hay acceso a servicios públicos básicos como acueducto y alcantarillado, ni lo habrá a corto plazo.
Ese segundo impedimento es fuerte, pero subsanable, considerando que el Distrito tiene parte de la empresa Acuacar y puede ampliar el tendido de redes en sitios que no estén muy lejos de los trazados actuales, con inversiones adicionales no tan voluminosas.
Lo del alto costo de la tierra en Cartagena podría resolverse fácilmente si el Congreso aprueba el proyecto presentado por el Gobierno con mensaje de urgencia, en el que se establecen las bases del proyecto de las 100 mil viviendas, el cual da facultades a la Nación para expropiar terrenos en cualquier ciudad del país para construirlas.
Además, el proyecto permite que las entidades públicas de orden nacional o territorial puedan donar bienes inmuebles de su propiedad para proyectos de vivienda social.
Por si fuera poco, la iniciativa ordena que en los proyectos de desarrollo urbanístico de expansión urbana, se debe destinar el 25% a la construcción de Viviendas de Interés Prioritario (VIP) y el 10% a Viviendas de Interés Social (VIS), de manera que el Distrito mismo debe buscar las tierras y preocuparse por lograr que se garantice el acceso a los servicios.
El propio alcalde Terán reveló que en Cartagena hace falta construir más de 60.000 viviendas, de las cuales su administración se compromete a construir 10 mil. Ya están casi aseguradas 2.500 viviendas VIP en Ciudad Bicentenario. En Villa Estrella hay espacio para 800 viviendas más y cerca del barrio Ternera caben otras 2.500.
¿Dónde se construirían las restantes? Valdría la pena que el Gobierno haga un inventario de tierra urbanizable, a las que puedan llevarse sin mucho costo los servicios, y comprar las que actualmente están sin uso, a precios razonables. De no lograr acuerdos, todavía queda el camino de la expropiación.
Aunque la propuesta del alcalde de renovar las casas precarias es válida y mejorará la vida de los más pobres, no soluciona el déficit de vivienda.

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