Editorial


Transcaribe, una sinfonía inconclusa

El Consorcio Cartagena 2010, responsable de los trabajos del tramo 5A de Transcaribe que van desde Bazurto hasta el Pie de la Popa, dice que dio por terminado unilateralmente el contrato desde el 4 de junio pasado, pero el gerente de Transcaribe, José López Amarís, asegura que la firma abandonó sin justificación válida las obras.
El contratista asegura que la Alcaldía se ha demorado demasiado en el despeje del espacio público, en la entrega de predios y en el diseños e implementación de Planes de Manejo de Tráfico, pero el gerente de Transcaribe asegura que en este tramo sí hay espacios despejados y listos para intervenir, pero no ha existido la voluntad para hacerlo.
Y mientras la firma encargada de los trabajos dice que siempre han cumplido con las exigencias contenidas en los pliegos de condiciones, la Gerencia de Transcaribe asegura que la compañía dejó destapados desagües y registros de servicios públicos.
Las obras en el tramo 5A llevan más de un año y medio, y sólo se ha avanzado en un 52 por ciento. El año pasado, la firma había paralizado los trabajos esgrimiendo también el incumplimiento del Distrito en varias tareas y sólo se reanudaron en marzo de 2012.
En estas circunstancias, considerando que Transcaribe decidirá rescindir el contrato, seguramente deberá enfrentar una demanda y le tocará un largo y desgastante pleito jurídico con el Consorcio Cartagena 2010, para definir quien tiene la razón en lo relativo a la terminación unilateral del contrato y qué tipo de sanciones son aplicables en caso de que se falle a su favor.
Para reanudar las obras, Transcaribe anunció que contratará directamente la terminación de la calzada que va del Pie de La Popa hasta San Andresito, una alternativa que está contemplada en las normas del Banco Mundial, al cual se le debe pedir autorización.
Las obras restantes, como la calzada nueva que incluye el carril del solo bus, deberán contratarse a través de un proceso licitatorio que duraría al menos 5 meses.
El cumplimiento de todos estos pasos previos a la reanudación de las obras no podría darse en diciembre de este año, plazo que se había establecido para concluir el tramo 5A, y si todo resulta bien ese tramo no estaría listo antes de mediados del año entrante, con el consecuente retraso en el resto del proyecto, haciendo imposible que las pruebas preliminares del sistema de transporte se pueden cumplir antes de 2014.
Y, por supuesto, los costos del proyecto subirán considerablemente, en momentos en que el Distrito tiene estrechez presupuestal.
Este nuevo retraso convierte a Transcaribe en el proyecto de transporte masivo que más problemas ha tenido en el país, causados por el incumplimiento de la entrega de las obras por parte de los contratistas y de algunos compromisos por parte del Distrito, la falta de comunicación entre las firmas constructoras y las empresas de servicios públicos y la excesiva tolerancia de Transcaribe, que le impidió exigir sanciones de manera drástica y sin contemplaciones para los contratistas incumplidos.

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