Editorial


Un aguinaldo de vida

Frente a la demanda habitual de sangre en las temporadas navideña y de fin de año y ante el déficit de ésta en los los bancos de sangre de la región y el país, el Instituto Nacional de Salud, Secretaría Departamental de Salud y bancos de Sangre de Bolívar organizaron ayer una Jornada Masiva de Donación de Sangre, en la ciudad y el departamento de Bolívar. Quien no alcanzó a colaborarle a sus congéneres, debe saber que hay disposición de recibir donaciones cualquier día. Donar sangre es una actitud no solo altruista sino precavida, que ayuda a fortalecer las fuentes de acopio de un elemento indispensable para satisfacer las necesidades de transfusión propias de las acciones ordinarias en los centros sanitarios de la ciudad y el departamento, y de las extraordinarias que devienen del aumento de emergencias en una temporada en la que las urgencias clínicas se disparan por accidentes y otros percances que las celebraciones colectivas por venir y la alta movilización por carreteras suelen producir. Por eso en ésta Navidad, una manera efectiva y filantrópica de contribuir a fortalecer el espíritu de la época más linda del año, puede ser el acercarse a alguno de los bancos de sangre de la región y realizar una donación, como una contribución al esfuerzo clínico de salvar vidas, dentro de la cual puede estar la propia del donante o la de sus seres queridos. La donación no genera ningún tipo de inconvenientes para el donante sano, sino, por el contrario, fortalece los procesos fisiológicos para un estar más saludable, al ser un proceso técnico con asistencia clínica adecuada, a través del cual solo se extraerá un 10 por ciento del total de sangre que circula por el torrente sanguíneo del donante, que será repuesta por el propio organismo en un plazo no mayor a las 36 horas. Para ser donante de sangre no se requiere ninguna condición física excepcional: solo ser una persona sana, con una edad entre los 17 y 65 años, no estar anémico (ni embarazada); no estar tomando antibióticos o padecer algún tipo de patología cardíaca, o haber padecido algún tipo de enfermedad de transmisión sexual o ser portador de VIH SIDA o haber tenido relaciones sexuales con un portador de estas enfermedades, y eso sí, tener la conciencia y el corazón entendido sobre lo importante que es donar sangre. La sangre, como todo componente biológico, tiene su ciclo vital, por lo que la renovación de las reservas en los bancos de sangre debe hacerse periódicamente para poder atender la demanda inesperada que salva vidas. De allí la importancia de ser donante habitual, actividad que puede ejercitarse entre una y tres veces al año. Si para esta temporada hay interés de dar un regalo que pueda servir a toda la comunidad, a través de la posibilidad de una transfusión salvavidas, la gente no debe dudar -en los días subsiguientes- de acercarse a los puestos de donación habituales y/o especiales instalados, para hacer una donación de sangre. No olvidemos que podemos llegar a necesitar sangre cuando menos lo esperemos y donarla es un seguro de vida colectivo.

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