El más grande destructor de Estados Unidos descansa como un gigante dormido en las costas cartageneras hasta este domingo.
El USS Zumwalt (DDG-1000) se cataloga como el más moderno y tecnológicamente avanzado buque de guerra que haya construido el país de las 50 estrellas blancas en su bandera.
Este Leviatán metálico mide 200 metros de largo y 25 metros de ancho se desplaza por el agua a 30 nudos como si sus 14.564 toneladas fueran un chiste para las aguas indecisas por donde cruza.
Cuenta con un sistema de energía que produce 78 Megawatts para alimentar toda la operación de navegación y de artillería. Lo suficiente para suministrar energía eléctrica a una ciudad pequeña como Cartagena.
80 miseles tomahawk se esconden como tigres agazapados en compuertas alrededor de la cubierta. A menos que seas un militar entrenado no podrías advertir que las delgadas fisuras en el suelo esconden un poder destructivo que podría acabar con objetivos específicos antes de que puedas decir Zumwalt correctamente.
Antes de que los 2 cañones avanzados de 155 m y los otros 2 cañones Mk 110 de 57 mm (CIGS) apunten a tierra, el Zumwalt merodeará en la costa como ninja camuflado. Gracias al corte del buque, los sistemas silenciosos y la superficie de deslizamiento suave, los radares y submarinos tendrán serias dificultades para detectar su presencia porque a pesar de su enorme tamaño tiene una sección radar equivalente a la de un pequeño barco de pesca.
Aunque es un alivio que se trate de un barco disuasivo y que hasta el momento no ha tenido que entrar a enfrentamientos en batalla, el Zumwalt no se conforma con dominar las mares. Cuenta con una plataforma de despegue vertical con lo que puede transportar dos helicópteros SH-60 o un MH-60R. También tiene la capacidad para transportar hasta tres drones MQ-8 Fire Scout.
Este navío de capacidades furtivas recibe su nombre del almirante Elmo Russell Zumwalt, Jr. de la armada americana. Se trata del hombre más joven en ser Jefe de operaciones navales, por lo que jugó un papel destacado durante la guerra de Vietnam. Se trata de un veterano cuyos mayores reconocimientos fueron la reformación de las políticas del personal de la armada con la finalidad de mejorar la vida durante el servicio y aliviar las tensiones raciales. Al retirarse de la armada tras 32 años de servicio, Zumwalt dedicó su vida a luchar por la salud de los veteranos de guerra.
El comandante del Zumwalt es el capitán James A. Kirk quien se sienta en la sala de mando cual protagonista de Star Trek a cumplir con el reto de dirigir una tripulación de 142 marineros en un buque que costó 3.500 millones de dólares aproximadamente.
Bajo su mando el destructor zarpó el 7 de diciembre de 2015 para llevar a cabo unas pruebas de mar que permitieran a la armada y a los contratistas operar la nave bajo condiciones rigurosas.
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