Cartagena


“El PAE debe ser reformado”: comunidad educativa

Los casos de corrupción e ineficiencia que han rodeado al Programa de Alimentación Escolar han provocado el descontento de directivos, profesores y estudiantes. Algunos opinan que debería ser reestructurado.

Los almuerzos y meriendas que ofrece el Programa de Alimentación Escolar (PAE) son la única comida completa que muchos niños de escasos recursos tienen garantizada durante un día. Sin embargo, en muchas escuelas públicas de Cartagena y Colombia se repite la misma historia: insumos en mal estado, porciones insuficientes, comidas insípidas, instalaciones precarias, personal sobrecargado y servicio deficiente.

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Según Ramón Villa Zúñiga, presidente de la asociación de padres del colegio Nuestra Señora del Carmen (conocido como El Departamental), muchas veces ocurre que los alimentos que aparecen en la minuta no son los que los estudiantes reciben y las porciones tampoco son suficientes. La comida tiende a ser insípida y de aspecto poco atrayente, de manera que hay muchos alimentos que se desperdician después de reclamados.

“Por mucha hambre que tengan los muchachos, lo que les sirven no les apetece. Por eso, debe haber un cambio en cuanto al tipo de alimentación que ofrece el programa, hecho por profesionales”, explica.

Una situación similar se vive en la Institución Educativa Nuevo Bosque, donde, según el rector Haroldo Bonfante Molinares, a algunos estudiantes les causa pena desperdiciar la comida, “así que prefieren compartirla o regalarla a otros compañeros y a las familias de ellos”.

Una profesora de la institución, que prefirió permanecer anónima, completa el cuadro de las irregularidades que se han presentado en la alimentación de los niños. Según ella, el comedor de la sede principal dejó de funcionar desde hace tres años, lo que, bajo la normativa del PAE, significó el paso de entregar insumos para almuerzos a solo meriendas empacadas.

El personal de la cocina se redujo, no cuenta con prestaciones sociales y no da abasto para los más de 2.700 estudiantes que suman las tres sedes de la institución.

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Al igual que en el colegio Nuestra Señora del Carmen, muchas veces ocurre que los ingredientes suministrados no alcanzan y es necesario hacer colectas para conseguir condimentos. Por último, desde que el contrato con la proveedora fue cancelado el 31 de mayo, los estudiantes de las tres sedes han dejado de recibir los alimentos.

“Proveedor debe asumir la logística”

Juan Guerrero Babilonia, rector del Instituto de Promoción Social y presidente de la Unión Sindical de Directivos Docentes de Bolívar, opina que deberían ser “los prestadores quienes asuman toda la logística de preparación, entrega y cuidado de los alimentos y que los entes escolares realicen su certificación observando la calidad del alimento recibido”.

Según él, entre el 50% y 60% de los colegios públicos del Distrito no cuentan con los recursos materiales y humanos óptimos para llevar a cabo un plan de esas dimensiones y eso, sumado a las deficiencias que el programa tiene, convierte al PAE en una carga, más que un beneficio. “Es un plan con buenas intenciones, pero con muchos problemas en su ejecución”, afirma el directivo docente.

Jaime Hernández Amín, secretario de Educación durante la administración del alcalde (e) Sergio Londoño (entre 2017 y 2018), y quien intentó mejorar el PAE con estrategias de regulación de precios de los alimentos que incluyen los contratos, afirma que el problema radica en que se concentran los recursos en un solo contratista.

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“Se maneja un contrato masivo, donde hay un proveedor que tiene que distribuir alimentos para 265.000 estudiantes en Cartagena. Eso se vuelve un proceso con una logística aparatosa y costosa, que lleva a que el producto no sea de la mejor calidad”, afirma.

Hernández Amín considera que el Gobierno nacional debe financiar el PAE, puesto que las entidades territoriales han demostrado que carecen de la experiencia y transparencia necesarias para manejar ese tipo de inversiones. Añade que el programa podría funcionar con un modelo de economía solidaria que integre a los padres de familia, campesinos y estudiantes en la producción y preparación de las comidas. “Si se distribuye todo el trabajo del PAE entre esas personas, se presta menos para que se repita ese mal manejo que se le dio al programa”.

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