Luego del cacerolazo por parte de los estudiantes de la Universidad de Cartagena como protesta por terminarse el comedor para almuerzos en lo que resta del semestre, hubo una reunión entre Bienestar Universitario, representantes estudiantiles y el director del Plan de Emergencia Social Pedro Romero (PES) para llegar a un acuerdo.
El vicerector de Bienestar Universitario, Miguel Camacho, dice que los recursos son dados por la Alcaldía Distrital y la voluntad del Alcalde de turno y que al llegar al tope de las raciones se acaba el contrato.
“Ha habido buena disposición de la Alcaldía. Ahora se está adelantando el nuevo contrato, buscando los recursos para que se siga con el comedor en el segundo semestre del 2017. No es posible reactivar el comedor este semestre porque faltan pocos días para que termine el ciclo escolar”, dijo Camacho.
Por su parte, el director del PES, Javier Lora, sostiene que dentro de los programas que maneja la entidad está el de nutrición y seguridad alimentaria que se extiende a la alimentación universitaria. Por ello existe en este comedor.
Para este año se hizo una estimación de 444 millones de pesos para beneficiar a 1.300 estudiantes diarios, entregando raciones de 50.852 en los almuerzos diarios, por los cuales cada estudiante paga 800 pesos por ración.
“El contrato es por suministro de raciones. No se acabó de repente, se entregan hasta donde llega la ración. De hecho en abril se hizo un adicional, como plan de contingencia de 164 millones 392 mil pesos para contratar 18.762 raciones adicionales. Se terminaron repartiendo casi 70.000 raciones diarias, con una inversión de 609 millones de pesos”, sostuvo Lora.
El programa consiste en entregar las raciones de lunes a viernes en las tres sedes de la universidad (San Agustín, Piedra de Bolívar y Zaragocilla) y los sábados a los estudiantes de programas a distancia en Piedra de Bolívar para no ser excluyentes (entre 350 y 400 almuerzos el sábado), enfatiza el director del PES.
Pero la molestia de los estudiantes radica porque el proyecto no llegó hasta finalizar el semestre y tenían la confianza de tener su almuerzo.
“Hubo un error de planeación, porque el comedor no puede quedar a medias. Es como si empezaran a construir una vía y la dejaran por la mitad, no hay nada concreto y por ahora dejaron a los estudiantes pasando hambre, como por así decirlo”, declaraciones de Andrés Olaya, quien fue a la reunión junto a otros compañeros como representantes de los estudiantes.
“No hay queja de los estudiantes de que el producto sea malo, de hecho hay visto bueno con los almuerzos. Desde el PES se envían 2 y 3 ingenieros de alimentos para hacer el respectivo control”, recalca Lora del PES.
El compromiso acordado entre las partes es buscar si se pueden vincular otras entidades, la empresa privada e incluso tocarle las puertas a la Gobernación, debido a que hay muchos estudiantes del departamento de Bolívar para que se beneficien más estudiantes con el programa.
Los estudiantes sostienen que seguirán luchando por el comedor y para mañana jueves harán un sancocho comunitario en las instalaciones de la universidad para solventar el tema de la comida. Hasta ahora sería en la sede de San Agustín y se contempla si se extiende a Piedra de Bolívar y Zaragocilla.
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