Las características del proyecto no coincidirían con las de interés social, lo que sumado a una posible licencia falsa tienen en jaque nuevamente a Aquarela. Primero se detuvo la obra tras no cumplir con algunas normas urbanísticas y por poner en riesgo el patrimonio cultural mundial en Cartagena.
Ayer el ministro de Vivienda, Camilo Sánchez, reveló que los constructores, teniendo en cuenta los costos y metros, estuvieron haciendo “trampa” para conseguir los documentos necesarios. Esto se conocería en los estudios que se adelantan por la acción popular y que saldría en los siguientes días.
“Este proyecto lo hemos visitado y revisado. Estamos mirando cómo se procederá, si no cumplieron con las normas, si están dentro de los 200 metros permitidos y si la licencia también es falsa, pues están hablando de una vivienda de interés social y quiero saber cómo hay una vivienda de 90 metros con esa ubicación y construcción”, justificó el Ministro.
Al parecer, encontraron que la mayoría eran inversionistas de otros sectores que conseguían las viviendas para su bien, que la demanda no era de personas de la región, ni de interés social o prioritario. “Se puede decir que es Vivienda de Interés Social (VIS) o Vivienda de Interés Prioritario para Ahorradores (VIPA), pero al final se demostrará si eso es cierto. Viviendas de 80 o 90 metros cuadrados que digan que cuestan menos de 105 millones de pesos, es como complicado”, explicó Sánchez.
A esto se le sumaría que el fin último era hacer un cierre financiero con los subsidios del Gobierno. Cuando se hace una vivienda de interés social es porque la persona no tiene vivienda, no tenía cómo comprarla y veía la necesidad de cerrar financieramente a través del subsidio. En caso de que se compruebe, el daño será peor, pues enfrentarían investigaciones por falsedad de documentos y otros.
“Hay gente que hizo trampa y eso seguramente se reflejará en los estudios. No podrían ser subsidios del Estado, no se pudieron presentar como de interés social y sacar una licencia de esa forma, estarían haciendo trampa”, mencionó.
Faltó control
Para el ministro de Vivienda, esta obra y otras de la ciudad les preocupa porque desde el Distrito no tomaron las medidas necesarias. “Los encargados en planeación no lo estaban haciendo de la mejor forma, nosotros solo hacemos acompañamiento. También es control de los entes departamentales y municipales, que son los que tienen la autonomía”, indicó el ministro.
Por último hizo un llamado a las personas a la hora de invertir en viviendas, que pregunten dónde se construirán y no se dejen engañar.
“Vemos que algunos construyen diciendo que entregarán viviendas de interés social por fuera del casco urbano del municipio, y la gente no va a Planeación Municipal, no revisan que están por fuera del Plan de Ordenamiento Territorial y después de un tiempo se dan cuenta que los estafaron”, puntualizó Sánchez.
El dilema de Aquarela
Hace una semana, el Tribunal Administrativo de Bolívar ratificó la decisión del Juzgado Décimo Administrativo de Cartagena, que suspendió la construcción del edificio Aquarela, y dejó en firme la suspensión temporal de la licencia de construcción emitida por la Curaduría Urbana 1 de Cartagena. “La Curaduría no pudo precisar la ubicación de la manzana 186 donde se desarrolla Aquarela, y por tanto no podía definir la zona de tratamiento y densidad de la misma”, dijo la magistrada.
Recordemos que este proyecto fue cerrado el 24 de octubre del 2017, porque no cumplía con algunas normas urbanísticas y ponía en riesgo el patrimonio cultural mundial que está en Cartagena, como lo es el Castillo San Felipe.
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