1.500 pesos diarios, 10.500 pesos semanales, que al mes suman 45.000 pesos, es lo que gastan los habitantes de Barú para obtener el agua que necesitan para preparar comidas, bañarse, beber y demás tareas.
Otra manera de obtener el líquido es recogiendo el agua lluvia o comprando de bongos que llevan desde Cartagena.
El agua lluvia o de bongos es almacenada en tanques que se llenan de mosquitos, bacterias, basura y demás agentes contaminantes, lo cual provoca en la población, especialmente en los niños, enfermedades gastrointestinales: diarreas, vómitos e infecciones.
Osiris Díaz, habitante de Barú, explicó que el agua utilizada afecta la salud de los baruleros. “Por lo menos ahora, hay una virosis de vómito y diarrea en los niños, también hay brotes en la piel, por que el agua que utilizamos es contaminada”.
Ante esta problemática, la fundación Hernán Echavarría Oloarzaga, en conjunto con las organizaciones internacionales Waves for Water y The Meatball Shop, entregaron 120 filtros purificadores de agua a mujeres embarazadas y hogares con niños de 0-2 años de la isla. Además fueron entregados unos baldes para almacenar y utilizar el agua.
Con esta entrega se espera beneficiar a más de 1.000 habitantes de Barú.
FILTROS PURIFICADORES DE AGUA
La entrega de los filtros se realizó en el Colegio Técnico Distrital Luis Felipe Cabrera de Barú, donde enseñaron a los beneficiados cómo instalarlos y utilizarlos, cómo limpiar el filtro y cómo ajustarlo a otros recipientes.
El agua que sale de los filtros es 100% limpia, es decir, los filtros purifican el líquido dejándolo libre de bacterias y otros agentes contaminantes y queda apta para el consumo humano. Los filtros de agua no funcionan como desalinizadores y tampoco filtran los fertilizantes.
Estos elementos son eficientes, de bajo costo y no requieren químicos, electricidad, ni mantenimiento técnico.
Ana Milena Ordosgoitia, directora ejecutiva de la Fundación Hernán Echavarría, señaló que “el acceso a estos filtros significa una mejora sustancial en la calidad del agua que van a consumir los habitantes de Barú. Esperamos que esto tenga un impacto en la salud de las personas, en especial de los niños y niñas que podrán consumir agua 100% limpia”.
Luz Fanny Pacheco, quien se encuentra en estado de embarazo, compartió su impresión sobre el uso de los filtros. “Es una ayuda porque como aquí cogemos agua de los bongos y de las piletas, con estos filtros hacemos un procedimiento y tenemos agua más limpia. Aprendí que debo tener el filtro limpio y luego procesar el agua para que mi hijo no vaya a tener ningún cólico. Ahora vamos a tener un mejor manejo y estamos seguros de que estamos consumiendo agua limpia”.
Esta es la segunda entrega de filtros, la primera fue realizada el año pasado por las fundaciones Hernán Echavarría Oloarzaga y Waves for Water. En esa ocasión los beneficiados fueron hogares comunitarios, iglesias y restaurantes de Barú.
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