El incendio de un bus de transporte público especial que causó la muerte de 33 menores en Fundación, Magdalena, tiene consternado al país y prendió las alertas sobre el control que se adelanta a los vehículos de transporte especial, y en particular a los de transporte escolar.
En Cartagena, la inquietud comenzó hace seis días cuando un vehículo de transporte escolar se incendió en la Avenida del Lago, a la altura del mercado de Bazurto. A pesar de que no dejó heridos, la situación causó asombro y preocupación.
Al respecto Patricio Arnedo, coordinador operativo de Educación Vial del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), indicó que lo primero es que “cualquier anomalía que presente el vehículo de transporte escolar debe ser verificado y corregido antes de prestar el servicio”.
Papeles en orden
Todo servicio escolar, público y especial, deberá tener un Seguro Obligatorio de Accidente de Tránsito (SOAT), seguros contractuales y extracontractuales, y la revisión técnico mecánica.
“Lo más importante es que el vehículo esté en óptimas condiciones externas e internas, desde la cojinería hasta el sistema de frenos”, afirmó Arnedo.
En lo que va del año, el DATT ha reportado más de 514 comparendos a vehículos de servicio público y particular por no tener SOAT, y 1298 por no tener al día la revisión técnico mecánica.
¿Particular o especial?
El transporte escolar es un servicio público especial y lo regula el Decreto 174 del 2001. Es decir, todos los vehículos que quieran prestar este tipo de servicios deberán ser de servicio público y estar vinculados a una empresa de servicio especial.
Así, los vehículos particulares no podrán obtener de ninguna autoridad de tránsito un permiso para prestar el servicio escolar. “Usualmente lo que hacen es que como un padre de familia es propietario de una buseta de servicio especial, contratan con los padres o con el colegio y ahí incurren en una irregularidad”, explicó el Coordinador de Educación Vial del DATT.
El contrato de servicio escolar debe ser entre la empresa de transporte especial y el centro educativo o la asociación de padres de familia.
“Esa es la forma en la que debe hacerse. El contrato debe hacerlo la empresa de transporte, no el propietario ni el conductor del vehículo. Además debe llevar un ayudante o auxiliar y mantener comunicación permanente con la institución educativa”, indicó el funcionario.
Recomendaciones para el conductor
Permitir a los niños hacer desorden dentro del automotor e ingerir alcohol antes de conducir, son algunas de las cosas que no deben hacer los conductores de servicio especial.
Además, según el Coordinador de Educación Vial del DATT, antes de salir se debe verificar la documentación y el estado general del vehículo para garantizar que esté en óptimas condiciones.
Cometer imprudencias en la vía, hacer maniobras peligrosas y hablar por celular, también están prohibidos.
Respecto al tanqueo del vehículo, Arnedo afirmó que este debe hacerse siempre antes del recorrido, y nunca con los niños a bordo. “Tanquear con los niños en el vehículo o incluso bajarlos mientras se tanquea no puede ser una opción, en ambas situaciones es peligroso”, señaló.
Recomendación a las familias
El Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), envió a principios de este año un comunicado de prensa en el que resaltaba la importancia de garantizar la seguridad en las rutas escolares.
Para esto, dio algunas recomendaciones a las familias. “Identifique la empresa de transporte, al conductor y a la monitora. Verifique que al ascender el niño sea ubicado en su puesto y le sea colocado el cinturón de seguridad antes que el vehículo se ponga en marcha. Verifique que el automotor esté debidamente identificado como ruta escolar, algunos cuentan con equipos para el control de velocidad, confirme que la empresa cuente con éstos controles, y se cumpla el límite de acuerdo con los dispositivos reguladores de tránsito”, apunta el documento.
Directivos deben colaborar
“En el Colegio La Salle nos dimos cuenta que los niños eran dejados en una cancha. Ellos se desplazaban solos desde el carro hasta sus aulas, sin ninguna supervisión. Así los carros salían y los niños corriendo por el sitio solos. Hicimos la observación a las directivas y pusieron un vigilante, aunque insistimos en que no es suficiente por la cantidad de niños que llegan a diario”, contó Arnedo. El funcionario resaltó que luego de ese suceso les han “puesto problema” para entrar a hacer los operativos. “Independientemente de ser un establecimiento privado, las situaciones de tránsito y transporte siguen siendo nuestra responsabilidad”, concluyó.
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