Durante años la belleza de las playas de Cartagena ha contrastado con el desorden, el acoso de vendedores ambulantes, el abuso a turistas, el mal manejo de residuos y la circulación de vehículos acuáticos cerca a los bañistas.
Cuando se empezó a hablar de reactivación económica en medio de la pandemia del COVID-19 estaba claro que no se podía hacer bajo esas condiciones, por eso, en medio de la crisis surgió la oportunidad para poner en marcha el ordenamiento de las playas que estaba en deuda hace muchos años.
Según contó el gerente de Playas, Jean Paul López, hace cinco años la ciudad tiene el Decreto 1811 de 2015 donde se establece cómo deben ser las playas y actualmente solo se le está sumando la resolución 1538 del Ministerio de Salud con el protocolo de bioseguridad.
“El modelo incluye la zonificación de la playa que venía dentro del decreto y establece una zona de bañistas, una zona activa, una zona de reposo, otra de transición donde están los salvavidas, una zona de servicios turísticos que es donde pueden estar los vendedores y hacer aprovechamiento económico, y una de enlace hacia el área peatonal y la vía”.
Como se mencionó anteriormente, las normas estaban hechas y solo hacía falta voluntad para llevarlas al terreno, o en este caso, fue necesario una pandemia.
“Para la implementación fue necesario hacer proceso de socialización con los diferentes actores de playa, tales como vendedores ambulantes, servidores turísticos, camperos con sus auxiliares, comerciantes de los quioscos, las personas que devengan de los deportes náuticos, masajistas, peinadoras, etc. Ese fue el trabajo más complejo porque tocó hacer mucha socialización con personas que tienen 20, 30 o 40 años ejerciendo ese oficio, y llegar en un corto tiempo a implementar un protocolo y un ordenamiento que está desde 2015 genera choques”.
El gerente de Playas también indicó que aunque la gran mayoría se ha adaptado al nuevo ordenamiento, aún hay un pequeño porcentaje que se niega a hacerlo, por lo que se hace aún más necesario hacerle seguimiento al proceso de tal forma que se garantice que no se pierda todo lo construido.
“El modelo ha gustado. Cuando se lo presentamos al presidente Iván Duque nos felicitó por eso, al turista también le ha agradado porque se disminuyó notablemente el acoso que recibían por parte de los vendedores y además se les garantiza la bioseguridad (...) El éxito de la implementación de este modelo ha sido poder articular todas las entidades y dependencias del Distrito en tiempo récord para poder devolverle a la ciudad ese atractivo turístico”.
Algunas de las autoridades que han participado en este proceso son Distriseguridad, Guardacostas, Parques Nacionales Naturales, Gerencia de Espacio Público, Policía Nacional, Capitanía de Puerto, Guardacostas y la Dirección General Marítima.
Sin lugar a dudas los modelos para la reapertura de las playas representan un nuevo comienzo para las mismas y se espera que progresivamente se vayan ordenando. Es, entre otras, una oportunidad de oro que tiene la ciudad para organizar y construir una cultura ciudadana en torno a este espacio.
“Si nosotros logramos que este modelo perdure a través del tiempo y sea respetado por la ciudadanía, los turistas y los actores de playa, vamos a agregar valor a la ciudad y vamos a garantizar un turismo fluido que fue lo que vimos finalizando diciembre e iniciando enero. Ese es el principal legado que deja este piloto de apertura”, afirmó Jean Paul López.
El funcionario recalcó que “ahora viene la licitación para la primera fase del proyecto de protección costera y eso va a generar más franja de playa con ese modelo de ordenamiento que sueña la ciudad.”
“Venimos trabajando en la sensibilización con diferentes actores de playa y operadores turísticos de que este modelo va a seguir a través del tiempo, no es que lo vamos a desbaratar apenas pase el COVID-19, porque lo que vamos es a mejorar el ordenamiento que está actualmente”.
Debido a que aún hay muchas playas de la ciudad que continúan cerradas, y aún así son utilizadas por turistas y nativos, las entidades trabajan en más pilotos en diversas zonas.
“Ahorita se van a habilitar cinco tramos entre El Cabrero y Marbella, y un tramo en El Laguito conocido como el restaurante El Muelle. Estaríamos hablando de seis zonas que deben estar entrando en enero a sumarse a las que ya tenemos”, sostuvo López.
Añadió que luego de que se habiliten estos balnearios se continuará con el proceso para reabrir Plata Nativa en La Boquilla.
“Ha sido más dispendioso y lento el trabajo porque el piloto de playa ya está construido y aprobado pero para la implementación se requiere desviar el tráfico que está en este momento en la zona de playa, con eso ahí no es viable el modelo, por eso estamos trabajando de la mano del DATT, la Secretaría de Infraestructura y unos privados para rehabilitar unas vías contiguas, que están deterioradas y deben arreglarse para poder desviar el tráfico”.
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