El único ganador con la consulta del Partido Liberal del domingo fue Humberto de la Calle, quien será el candidato del liberalismo en las elecciones presidenciales del próximo año. Ni siquiera el mismo liberalismo puede atribuirse una victoria, pues solo convocó al 2% del censo electoral del país, y hoy está en el centro de las críticas de la ciudadanía por lo que se considera un “despilfarro” de recursos públicos en la organización de esta jornada.
Los grandes perdedores con esta consulta, además de Juan Fernando Cristo y la imagen del Partido Liberal, son los colombianos. Que en las toldas rojas no se pusieran de acuerdo para elegir un candidato, le costó al país $40 mil millones, una cifra más que desproporcionada si se tiene en cuenta que hubo una abstención cercana al 98%. Además, uno de los temas que más indignó a los colombianos fue que el costo pudo ser mucho menor, si el Partido Liberal aceptaba correr la fecha para marzo de 2018, para que se realizara en las elecciones del Congreso de la República.
Aunque originalmente estaba prevista una inversión de $100 mil millones para la realización de la consulta Liberal, finalmente el Ministerio de Hacienda solo destinó $40 mil millones. Sin embargo, a pesar de una reducción del 60% en el presupuesto, la cifra no deja de ser alarmante, basándose en la poca asistencia de colombianos en los 4.428 puestos de votación.
En un país con grandes falencias en infraestructura y políticas sociales, no es bien visto que se gasten $40 mil millones en un ejercicio democrático que únicamente otorga la candidatura de un partido. Con este dinero, por ejemplo, prácticamente se podría financiar dos veces la protección costera de Tierrabomba, cuya ejecución está presupuestada en $24 mil millones, y evitará que el mar se siga tragando barrios enteros.
Asimismo, con el costo de la consulta Liberal, se podría construir y fortalecer los acueductos de los municipios de Arjona y Turbaco, cuya inversión es de $34 mil millones, y favorecería a cerca de 200 mil personas. Una de las obras de infraestructura más importantes de los últimos tiempos en Cartagena, el puente de Barú, se pudo construir dos veces con el dinero de la consulta. La construcción del puente, que fue inaugurado en 2014, tuvo una inversión de $21 mil millones.
El 60% del valor de la primera fase de la protección costera de Cartagena, que va desde la entrada de Bocagrande hasta El Laguito, también se pudo haber pagado con los $40 mil millones que el Ministerio de Hacienda tuvo que desembolsar para que 365 mil personas eligieran a De la Calle como candidato a la presidencia.
Si aún no se hace una idea de la cantidad de dinero que los colombianos tuvieron que pagar en logística y material electoral, vea las siguientes cifras. Con los $40 mil millones que se gastó en papeleo, organización y transporte, se podrían construir tres mercados de Santa Rita ($14 mil millones cada uno), se podría construir otro acueducto como el de El Carmen de Bolívar ($34 mil millones), se paga una tercera parte de la reconstrucción de La Serrezuela ($135 mil millones), una cuarta parte del Túnel de Crespo ($160 mil millones), y se cubre una sexta parte del proyecto de traslado del Mercado de Bazurto.
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