La demolición del puente de Bazurto para la construcción del tramo 5A de Transcaribe, ha venido afectando a una familia que reside en la carrera 29A del barrio Alcibia, justo en la esquina que quedaba al lado de la antigua “loma”.
En los alrededores de la casa donde viven alquilados una pareja y tres menores de edad, se están haciendo excavaciones para adecuar un espacio público que facilite el tránsito de los peatones, sin embargo, dichas obras están dejando a la familia sin un espacio prudente para salir de la vivienda.
Joaquín Moya Rojano, uno de los herederos de la propiedad, manifestó que las excavaciones realizadas alrededor de su casa representan un alto riesgo para los niños que residen allí y para los adultos mayores que necesiten transitar por la zona.
“La dejaron así el jueves porque yo me opuse a que siguieran trabajando. Estas excavaciones representan un alto riesgo porque aquí viven personas que comercian con madera y exhiben su negocio. Ahora no les dejaron espacio ni para caminar y no tuvieron en cuenta que aquí vivían niños si no que fueron excavando sin pedir permiso y sin hablar con nadie”, dijo Moya.
Agregó que los ingenieros de Transcaribe le mostraron unas medidas según las cuales hacía falta excavar tres metros más para la adecuación del espacio peatonal.
“Si se excava más, ¿en qué queda esta casa?”, expresó Moya.
La vivienda que fue construida hace 130 años, según el heredero, es alquilada desde hace una década a Eucebio Méndez Aguas y Luisa Montero Berrío, quienes se dedican a la fabricación de las mecedoras “María Palito”.
“Somos los únicos que fabricamos esas mecedoras en la ciudad”, dijo Méndez.
“Esta es la segunda vez que le quitan un pedazo a la casa. El cielo raso se cayó cuando estaban tumbando el puente, por eso en diciembre pararon las máquinas, lo tumbaron y se comprometieron a ponerlo cuando terminan la construcción del tramo (...) No podían trabajar con nosotros en la casa y ese cielo raso, que pesa toneladas, lo quitaron con nosotros adentro. Prácticamente han hecho todo el trabajo con nosotros aquí dentro”, explicó el carpintero.
Agregó que “prometieron que iban a trabajar solo durante un mes y le dieron a ella (Luisa Montero Berrío) 200 mil pesos para que se mudara, pero se cumplió el mes, ellos no terminaron el trabajo y ella tuvo que volver con los niños. Después querían darle el mismo dinero para que se fuera, pero en este lugar está su trabajo y vivienda, y ella no aceptó”.
TRANSCARIBE PACTA
José ‘Pepe’ López, gerente de Transcaribe, hizo presencia en el lugar y señaló que “la idea es continuar con el espacio público iniciado (...) el punto más importante a tratar es la esquina donde está el repello”.
Puntualizó que “estoy llegando a un acuerdo con Moya para que nos deje intervenir. Él lo que me está pidiendo es una intervención que de una u otra forma proteja su bien inmueble, que es una casa muy vieja que no está sobre cimientos sólidos, pero así se hizo y así la encontramos”.
López aclaró que la zona donde se instalará el espacio público “no pertenece a terrazas privadas, es un espacio público para que los transeúntes puedan caminar por ahí. Esta casa no tiene terraza, pero sí va a tener en frente un espacio público por donde pueden circular, salir o entrar a su bien inmueble”.
Además, “las condiciones de seguridad mejorarán porque esta era una zona oscura en la que atracaban mucho”.
Tras llegar a un acuerdo con Moya, el gerente de Transcaribe dijo que las obras en el tramo 5A se reanudarían ayer, “pensamos que la próxima semana deberíamos tener un gran avance en este sector. Yo no le pongo más de 2 semanas para terminar el pavimento y el espacio público”.
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