Habitantes, transeúntes y personas que laboran en el tercer callejón del barrio Manga, ya no saben que más hacer con la lluvia de flores que cae de un árbol frondoso y antiguo, pero que, según ellos, los está afectando cada vez más.
Ceiba o Bonga, así es conocido este árbol que según cuentan los habitantes de Manga lleva más de 80 años en este lugar. Tiene 70 metros de altura, su tronco es bastante grueso y sus frondosas ramas están pobladas de innumerables flores rosadas y espinas verdes que inundan la calle “como si fuera nieve”.
Pese a que el árbol es considerado patrimonio material y una de las plantas intertropicales más importantes del barrio, algunos de sus habitantes, los mismos transeúntes y las personas que laboran cerca lo consideran un peligro por distintas razones.
“Esto es una queja constante con este palo, nadie quiere hacerse cargo de barrer aquí, y ninguno está para aguantarse esto. Necesitamos que venga un carro de aseo porque esto cansa. Las flores son babosas y varias señoras se han caído, queremos que el EPA diga algo. Yo estoy que renuncio porque paso todo el día barriendo”, aseguró una de las empleadas domésticas del edificio “La Bonga”, quien no quiso revelar su nombre.
El Universal hizo un recorrido por el lugar más afectado y comprobó que el árbol crea una especie de alfombra de flores y semillas que para algunas personas que laboran en el sector, es un peligro al caminar, “en las mañanas sobretodo hay muchas abejas, mosquitos, porque las flores se pudren. Ya hay malos olores, los carros se manchan, las motos se resbalan, y las personas que barren se han caído varias veces, esto es un peligro, unos vecinos se quejan, a otros ni les importa y no quieren colaborar”, agregó una mujer que labora en esa calle.
Finalmente lo que piden las personas que viven, trabajan y transitan por allí es que el Establecimento Público Ambiental (EPA) tenga en cuenta esta situación y haga algo. “Nosotros no queremos que talen el árbol, sino que haya un plan de contingencia para el bien del patrimonio y del sector”, dijo otro habitante. Aseguró que nadie se atreve a podar el árbol porque supuestamente les tocaría pagar multas al Distrito.
RESPUESTA DEL EPA
Un funcionario de la entidad dijo que “los árboles generan muchos beneficios para los ciudadanos, como la regulación del microclima y reducen la contaminación. Como autoridad ambiental pedimos a los vecinos de Manga que lo cuiden. Las flores que se desprenden del árbol no son perjudiciales para la salud, que es propio de esta especie para ésta época de verano que termina a finales de enero.
No se puede talar, porque no existe motivo para ello, ya que el Decreto 1791 de 1996 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible establece que la floración de un árbol no es motivo para talarlo”.
El vocero del EPA invitó a los vecinos de Manga a cuidar el árbol, y comprender su desarrollo natural.
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