Debido a que una calle quedó oculta bajo aguas lluvias y con el fuerte oleaje esas aguas se unieron con las del mar, los residentes de la vereda de Manzanillo del Mar, en el corregimiento de La Boquilla, tienen que usar su ingenio para transitar de un lado a otro sin poner en riesgo su vida.
Jader Ortega Tordecilla, habitante de Manzanillo, sorteó esa situación al salir de su vivienda, pasadas las 12:30 p.m. de ayer. Contó que justo frente a su casa está el caño que acumula agua en época de lluvias.
Señaló que lo más grave es que “ese caño recoge todas las aguas del sector y desagua al lado de la playa, por lo que cuando llueve demasiado se une con la playa y no deja transitar. La calle queda tan inundada que cuando uno va por la mitad, el agua le llega a la cintura”.
“Ayer (miércoles) -anotó Ortega-, estaban las aguas unidas. Cada que sube la marea se une con el agua lluvia y es intransitable por acá. Nos perjudica el invierno. Tenemos casi seis meses con ese problema, pero con el fuerte oleaje de las tormentas se ha empeorado la situación”.
Vicente Manuel Rosello Aparicio, representante del hotel de playa Kohsamui, afirmó que “la marea ha estado tan alta que ha llegado a la puerta del negocio, inundando prácticamente todas las playas”.
Y es que el frente de ese establecimiento, donde se ubican mesas y sillas para el disfrute de los huéspedes, permanece con aguas estancadas. “Llevamos por lo menos 10 días así y no podemos hacer nada para remediar la situación”, lamentó Rosello.
EL AGUA ENTRÓ A LAS CASAS
En Marlinda la situación no es muy diferente.
Jhon Ladeuth Bello, residente de la Calle Tercera, aseguró que su comunidad ha sufrido los efectos de “Otto”, que hasta el miércoles se mantuvo como una tormenta tropical con incidencia en las costas colombianas. Pero de igual modo se perjudican con las lluvias.
“Nos hemos visto inundados por la marea alta y las lluvias. Lo que más nos ha afectado ha sido la marea. Hoy (ayer) que no está lloviendo ha penetrado y el lunes tuvimos que subir los enseres porque nos llegó el agua a las rodillas, dentro de las casas”.
Resaltó que más de la mitad de la población habría vivido horas de incertidumbre por esa problemática.
Laura Mendoza Bernett, directora de la Oficina de Gestión del Riesgo y Desastres, reconoció que “ambas (veredas) están afectadas por la inundación, pero no por la tormenta reciente. Esa es una situación que viene desde hace mucho tiempo. Lo que sucede es que con las últimas lluvias ha aumentado la marea y los vientos”.
Precisó que lo sucedido en Marlinda “es triste, pero las personas tienen responsabilidad en las construcciones que hacen. Aunque no tengas recursos, no puedes hacer construcciones en zona de bajamar (...) Están en una zona en la que siempre que haya marea alta, aunque no haya lluvia, se van a inundar porque no se respetó el margen mínimo que debe existir entre la orilla o la terminación del mar y la construcción”.
La funcionaria manifestó que para determinar cómo se va a resguardar a esa comunidad, que tiene protección especial por ser afrodescendiente y además fue sentenciada a reubicación en el fallo de una acción popular interpuesta contra el Distrito y la Nación, el próximo lunes se iniciaría una jornada de caracterización en trabajo conjunto con otras entidades distritales.
“Lo que pasa es que muchos se oponen porque la reubicación tendría que hacerse con unas características específicas y en un sitio cerca al mar (...) Con las últimas mareas nos reunimos con el PES (Plan de Emergencia Social Pedro Romero), Secretaría de Participación y Desarrollo Social, y Salud Pública, y decidimos hacer una caracterización”, dijo Mendoza.
Añadió que en ese proceso se va a “identificar cuántas familias y niños viven allí, si están recibiendo algún subsidio del Gobierno nacional o local, si hay adultos mayores o personas en situación de discapacidad. Así podremos saber quiénes son y cómo podemos ir ayudándolos”.
PLAYAS SIGUEN CERRADAS
Pese a que el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH) informó ayer que “Otto”, reclasificado como huracán categoría uno estaría acercándose a las costas de Nicaragua y Costa Rica, la Oficina de Gestión del Riesgo y Desastres advirtió que el ingreso a las playas de la ciudad continuará prohibido.
La razón es que ayer no había descendido la velocidad de los vientos ni la altura del oleaje.
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