Mantener a flote a Edurbe sería el objetivo tras los contratos que ha suscrito el Distrito con esta empresa, en contravía de los principios generales de contratación pública.Es lo que se desprende de la síntesis que hace Funcicar sobre el análisis a esta relación contractual.
Carolina Calderón, directora de Funcicar, resaltó que “el modelo financiero de Edurbe no es sostenible porque depende de los recursos que obtiene de la contratación con el Distrito” y que el objeto contractual en mucho de los contratos es la ejecución de obras, que no es lo que hace la entidad pues subcontrata a terceros en convocatorias cerradas, por lo que finalmente se hace una administración de recursos.
En el encuentro denominado como “Funcicar no miente”, representantes de la organización ahondaron en los detalles que los llevaron a hacer observaciones a la contratación de Edurbe que consideran innecesaria, teniendo en cuenta que el Distrito está en capacidad de abrir licitaciones públicas pero las “abandona” para favorecer a la entidad.
“No hay ventajas para contratar las obras a través de Edurbe teniendo en cuenta que, primero no obedecen a una situación de calamidad pública o emergencia manifiesta que requieran ejecución inmediata y segundo, que nada garantiza que los contratistas, exclusivos del banco de oferentes de la empresa, hagan obras en menor tiempo y de mejor calidad que si el Distrito abriera una licitación pública.
“Por ejemplo, las obras en 28 colegios oficiales debieron terminarse el 31 de diciembre y todavía están en ejecución, además que van a hacer una prórroga”, indicó Alejandra López, coordinadora para asuntos políticos de Funcicar.
Lo anterior contradice los argumentos de Bernardo Pardo, gerente de Edurbe, quien señaló en días pasados que los contratos de estas obras se hacían bajo los principios de celeridad y prontitud.
Respecto a los contratos en los colegios, la Secretaría de Educación indicó que la adición de tiempo y de dinero se deben a imprevistos y no adujo faltas por parte de los contratistas.
“Sí hay costo de intermediación”
Funcicar insiste en que Edurbe sí se lucra de las obras contratadas (serían casi $3 mil millones en siete contratos) y que esto se determinó teniendo en cuenta el costo que gira el Distrito y el que finalmente se paga a la empresa subcontratada.
Citó que el Distrito contrató con Edurbe la construcción del pavimento rígido de la vía Camino de Campaña entre la avenida La Cordialidad y la Variante por $17.206 millones y que la empresa subcontrató con el Consorcio Vía Campaña 2017, por un valor de $16.052 millones, dejando una diferencia de $1.154 millones “que se podrían considerar un costo de intermediación”.
Además, destacó que el objeto de la contratación se justifica de igual manera para todos los contratos, con argumentos insuficientes.
Pésimo antecedente
La directora de la organización civil cuestionó el que se contraten obras por cuantías altas con Edurbe, teniendo en cuenta que, hace dos años, funcionarios de la empresa reportaron que no contaba con flujo de caja, adeudaban salarios a sus empleados y habían investigaciones pendientes por obras inconclusas.
“Lo que estamos haciendo es mandar alertas, no un control ciudadano que reacciona después que se robaron la obra o de que quedó mal hecha sino que advertimos antes de...”, comentó Calderón
Resaltó que se vienen inversiones importantes de más de $800 mil millones en proyectos como el Plan de alcantarillado pluvial y la Quinta Avenida de Manga que serían administrados por Edurbe, por lo que es importante poner bajo la lupa la forma en la que se contratará.
El director de Edurbe, explicó a El Universal, que implementaron una nueva forma de administrar los recursos que consiste en mantener los dineros de las obras en subcuentas de las que solo se disponen rubros para esos trabajos y evitar que se desfinancien. Además, que trabajan en una reforma del manual de contratación para que más oferentes participen en las convocatorias.
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