Cuando a varias madres cabeza de familia se les ocurrió ayudar a los niños más pobres del sufrido sector de Zarabanda, en el barrio Olaya Herrera, no se imaginaron que hoy en día ese proyecto sería una gratificante realidad.
Desde el año 2011 empezó a operar la Fundación Construyendo Caminos, que después de tantas luchas, ya cuenta con sede propia y está a punto de tener su propia cocina, para que más de 70 niños de la zona puedan almorzar diariamente.
Mari Luz Negrete, representante legal de la fundación, explicó que todo empezó con las uñas, pero poco a poco fueron llegando las ayudas de manos amigas, a tal punto que una pareja de italianos se empoderó del proyecto y ha donado recursos para la cimentación de la sede.
“Este sector vivía inundado, por eso miramos para acá. Al principio traíamos mercados a la gente. La parroquia San Miguel Arcángel siempre estuvo ligada a esta iniciativa. Nuestra propósito es formar a la familia, sentar las bases en los niños para que sean personas de bien, educadas y puedan salir adelante”, sostuvo Mari Luz.
“Nos llegaron dos ángeles”
Desde el 2017 se vincularon al proyecto los italianos Imer Bianchin y Laura Maran, quienes con su fundación ‘No indifference’ han ayudado a niños no solo de su país, sino de otras ciudades de Colombia.
En Cartagena también están en el barrio San Francisco, con unos apadrinamientos.
“Ellos son dos ángeles que se aparecieron. Una compañera de la Fundación Social fue quien los vinculó a nosotros. Aquí solo habían unas columnas, pero este año se empezó a construir gracias a sus aportes”, dijo Mari Luz.
En estos momentos se hace la construcción de la cocina y otro baño en la fundación, y la idea es que en marzo de 2019, cuando regresen, se haga un segundo piso para que funcione el comedor de los pequeños.
Es por los niños
La pareja italiana, le dijo a El Universal que su única intención es buscar lo mejor para la niñez, que tengan espacios y un lugar donde estudiar, comer o jugar. Es una pareja de pensionados que con recursos propios y la colaboración de amigos, han sacado más de una sonrisa a los niños del país. “Nos gusta trabajar lo social, nuestra labor es sin ánimo de lucro”, contó Imer Bianchin.
Comentarios ()