Una reunión de dos horas no bastó para que los habitantes de Getsemaní le manifestaran a la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez Camacho, todas sus objeciones e inquietudes sobre el proyecto Diáspora Africana, que se estructuró en el Baluarte de San José, en El Pedregal, como un taller que impulsa la recuperación de la cocina tradicional afrocolombiana, y para el que se instalaron en plena muralla un extractor de olores y un área para unidades de aires acondicionados.
En este encuentro, que se intentó hacer a puertas cerradas para medios de comunicación en las instalaciones de la Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar), y que contó con la presencia del alcalde de Cartagena, Pedrito Pereira Caballero, casi todos los getsemanicenses llegaron a varias conclusiones: que el proyecto no fue socializado de la mejor manera; que están de acuerdo con él, pero que la muralla no sea epicentro para la instalación de cocinas y extractores, y que este afecta a las fortificaciones.
Alberto Herrera Díaz, representante de museos de Cartagena ante el Comité Técnico de Patrimonio, ente creado por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) para emitir conceptos sobre obras a desarrollar o que afecten bienes de interés cultural y el patrimonio, manifestó que hay modificaciones en el Baluarte de San José que son irreversibles, y que el proyecto no está incluido en el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) de las fortificaciones.
“Estoy sorprendido sobre lo poco que se ha dicho del proyecto arquitectónico, el cual es fabuloso desde el punto de vista de formulación, pero va en contra del patrimonio y la intervención que se está proponiendo y se está haciendo en el fuerte Baluarte de San José.
“Aquí estamos viendo la tangente, es decir, la chimenea o extractor es la cereza, pero si revisamos el interior esos elementos que decimos que son reversibles, no se van a poder utilizar en otra parte porque están diseñados y concebidos para esa bóveda (...) No entiendo el aire acondicionado cómo puede ser reversible, montado en una estructura en mampostería, al igual que las instalaciones de gas”, manifestó.
Herrera cuestionó el aval a este proyecto, ya que al parecer no pasó por el Comité Técnico de Patrimonio, sino que fue expuesto por Mincultura cuando ya estaba construido.
“Quiero saber si este proyecto cuenta con los permisos, teniendo en cuenta que del Ministerio dice que la competencia no es de nosotros, como un comité que por ley de Distrito tiene que velar y asesorar al alcalde en todas las manifestaciones del patrimonio (...) Se nos presentó un proyecto ya empezado que se nos dice fue de 2017 y resulta que ni siquiera está definido en el PEMP de las fortificaciones”, dijo.
Agregó que esta exclusión del proyecto del PEMP es algo delicado, ya que este es una hoja de ruta que establece las directrices para intervenir el patrimonio ante la carencia de reglas.
“Cuando vemos las reglas que están escritas en el PEMP, estas son las primeras que se están incumpliendo, ya que dice claramente qué elementos afectan a los baluartes en su recorrido, o atentan al medio ambiente”, sostuvo.
Respecto a esto, una vocera del Ministerio de Cultura aseguró que las redes están sobrepuestas, justamente previendo las intervenciones a futuro y que este no vulnera el PEMP. “Perfectamente el proyecto puede considerar más adelante un espacio de otras características y necesitar trasladarse. Las redes se pueden retirar y el baluarte queda como estaba, no pasa nada (...) El proyecto se autorizó en marzo de 2017 y se ejecutó. Como este se estaba ejecutando, no era necesario volver a incluir al PEMP algo que está hecho, pues no hay que buscar recursos ni incluir un adicional, por lo que no vale la pena en la carta de navegación poner un proyecto que ya esté ejecutado.”, dijo la vocera
Sostuvo que el proyecto será llevado nuevamente al Comité de Patrimonio, aunque este se presentó en el 2017.
Por su parte, a través de una misiva, el Comité Técnico de Patrimonio ratificó que las intervenciones que se adelantan en el Baluarte de San José no han pasado por su lupa, y por ende no tienen concepto previo favorable del mismo.
“La División de Patrimonio hizo públicas fotografías de la construcción de un tendal metálico anclado sobre la fortificación del Baluarte de San José, con una estructura permanente soldada, por lo cual el comité se manifestó expresando que es un claro atentado contra el patrimonio por desconocimiento de las características históricas de todas las fortificaciones de la ciudad, debido a que este baluarte históricamente no tuvo un tendal. Además, el tendal lo ubicaron sobre una estructura arquitectónica llamada ‘valerio’, adicionalmente demolieron el respiradero original de las bóvedas que fue restaurado y reconstruido en los años 60, para poner una parte del sistema extractor de la campana de la cocina”, dice la carta.
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