El Septeto Nacional de Cuba estuvo en Cartagena con su son sublime

Hablar del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro es hablar del son cubano en su esencia más pura. Por algo el maestro Ignacio Piñero (1888-1969), su fundador, en su magistral composición del “Suavecito” dice en uno de sus pregones que “el son el lo más sublime para el alma divertir, se debiera de morir que por bueno no lo estime”.
Esta agrupación, fundada el 13 de diciembre de 1927 en La Habana, Cuba, sigue vigente y conserva la esencia del son cubano que se tocaba en aquella época.
Sus músicos actuales, los de la cuarta generación, son de una excelente calidad y profe-sionalismo.
Llegaron a Colombia (se presentaron en Bogotá) el pasado viernes y arribaron a Cartagena el domingo para realizar una presentación en el bar Café Havana, en el barrio Getsemaní, gracias al empresario Gabriel Mass.
La visita de este grupo también sirvió para el lanzamiento mundial de “Cartagena La Habana Son”, su más reciente producción y que es un regalo para La Heroica.
Es la  es la reafirmación de los lazos de amistad que unen al Septeto Nacional con la ciudad que los reconoció como “Huéspedes Ilustres” en 1999 en su primera visita.
El lunes festivo fueron los invitados de honor en el Vueltabajero, frente al barrio Los Caracoles, gracias a los gestores culturales Gabriel Mass, Carlos Díaz y Dayana Torres, quienes por intermedio del coleccionista de música Jorge Téllez Villar hicieron posible que estos personajes pasaran un rato agradable con un grupo de periodistas y amantes de la música cubana en la otra Cartagena.
Sorprendió la vitalidad del director de la agrupación Eugenio Rodríguez, apodado “El Raspa”, quien es también su voz principal, y quien tiene 85 años.
Los otros integrantes de la agrupación son: Crispin Díaz (cantante y maraquero), Francisco “El Matador” Oropesa (bongó), Enrique Collazo (tres), Dagoberto Sacerio (guitarra y segunda voz), Agustín Someillán (trompeta) y Raúl Rivera (contrabajo). 
El representante del grupo es Ricardo Oropesa, quien es un reconocido musicógrafo y está escribiendo un libro sobre la historia durante ocho décadas del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro titulado “La Habana tiene su son”. Este libro saldrá el mes próximo. 
Según Oropesa, el son cubano es de la Habana y no de oriente como han tratado de insinuar algunos autores. Dice que Ignacio Piñeiro fue el primero en hacer fusiones ya que al son le introdujo el guaguancó y le incorporó la clave para hacerlo bailable ya que en sus inicios no se bailaba.
Otra revelación importante que destacó fue que Piñeiro fue uno de los precursores de la música protesta, pues compuso en la década del treinta una canción llamada “Arriba guajiro” donde invitaba a los campesinos de la época a rebelarse por el aumento de los aranceles.
“Las obras del maestro Ignacio Piñeiro son maravillas filosóficas”, dijo Oropesa.
La celebración de los 85 años del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro se realizará el 13 de diciembre de este año en La Habana.
¡Feliz aniversario!

Figuras que pasaron
Durante la larga trayectoria del Septeto Nacional, grandes lumina-rias de la música cubana han for-mado parte de la afamada agrupa-ción. En adición a Ignacio Piñeiro, se encuentran los inolvidables soneros Abelardo Barroso, Carlos Embale, el recordado bolerista y miembro fun-dador Alberto Villalón, Bienvenido Granda y Bienvenido León, nombres que indudablemente son de impor-tancia en el historial musical cubano.



El dato
De acuerdo al relato de Ricardo Oropesa, representante del Septeto Nacional de Cuba, Ignasio Piñeiro fue el primero que incorporó la trompeta a un sexteto luego de su visita a los Estados Unidos y conocer al famoso trompetista Louis Armstron. Piñeiro fue el primero que grabó son cubano con este instrumento.


Composiciones famosas

-Suavecito
-No jueges con los santos.
-Las cuatro palomas.
-Noche de conga.
-Coco mai mai.
Echale salsita.
Asturias, patria querida.
-Buey viejo
El guanajo relleno
-Castigador
-La batidora
-Mi desengaño
-Esas no son cubanas
-Bururú barará
-Entre tinieblas