Los estudiantes de la promoción 2011 del Colegio Británico de Cartagena nunca se imaginaron que su fiesta de graduación derivaría en una presunta estafa por la que perderían 26 millones de pesos.
El presunto engaño del que fueron víctimas 37 exalumnos de esa institución educativa tiene que ver con las gestiones que éstos adelantaron para tener una presentación el pasado 10 de junio de los reggaetoneros “Nova y Jory”.
Tal espectáculo que se pensaba realizar en el Club Cartagena nunca se llevó a cabo.
Más tarde los jóvenes comprobarían que Jovany Andrei Ramírez, quien aseguró traer a los músicos puertoriqueños a Cartagena a cambio de la consignación del dinero, no había adelantado ningún trámite con los artistas.
Pagos
Maritza Contreras (*), madre de uno de los alumnos que llevaron a cabo inicialmente las negociaciones narra a El Universal que “los mismos muchachos de 12 grado (del Colegio Británico) contactan a Jovany Ramírez que se hace pasar como si fuera el manager”.
La madre de familia explica que los estudiantes se asesoran a través de Olga Suárez a quien le otorgaron representación para celebrar el contrato de prestación de servicios.
“Olga producciones que ayuda a organizar la parte legal pide referencias de este señor y le hablan que es un manager que ha traído gente a Cartagena, de tal forma en el contrato se habla de dos pagos: uno del 50% del valor cuando se firma, y la diferencia cuando están en tarima”, relata Contreras.
Sin embargo, según la madre, “Jovany Ramírez presiona a los pelados diciéndole que le están exigiendo la totalidad del contrato, y los muchahcos hacen la omisión de no preguntarnos a los padres de familia... por lo que consignan la totalidad de la plata”.
En efecto, tres consignaciones en abril y una última por 11 millones 700 mil pesos en mayo dirigidas a la cuenta de Ramírez, respaldan el deseo de los jóvenes por celebrar su fiesta con los reggaetoneros.
Hasta la última hora del 10 de junio pasado (día de la presentación), los estudiantes esperaron a los artistas incentivados por este supuesto representante artístico que les decía que éstos llegarían a las 9 de la noche a la ciudad.
“Él (Jovany Ramírez) confirma que viene en el vuelo de las 7 de la noche, y que los artistas en el vuelo internacional de Puerto Rico y que máximo estaban a las 9 de la noche en Cartagena”, asegura la mujer perjudicada.
“Desaparecido”
“Ya estoy camino en el aeropuerto”, fue la última expresión de una conversación que sostuvo este hombre procedente de Medellín con su hijo, charla que luego Maritza Contreras junto a otros padres de familia descubrieron.
“Él hablaba todo el tiempo con mi hijo y garantizaba hasta último momento que los artistas venían. Al día siguiente comenzamos a hablar con Ramírez y nos dice que a él lo engañaron, que él contacta a otra persona y estaba convencido que los artistas venían pero que fue estafado. Nos dice que le diéramos un tiempo pero que él nos devolvía la plata”, apunta.
No obstante, la espera por la devolución de los $26 millones aún se mantiene, con el agravante de que, según Contreras, no volvieron a saber de Jovany Ramírez, del que sólo conocen que tiene una empresa llamada ‘Dj G Productions’.
“Está desaparecido, no nos contesta desde finales del mes pasado”. En esa ocasión les indicó que iba a solicitar un préstamo en Bogotá, “donde él dice ser reconocido en el gremio de empresarios musicales”, para pagar el dinero que debe.
Desconsuelo
Además del cuantioso dinero invertido en el frustrado show, los estudiantes dicen sentirse desconsolados pues para reunir los 26 millones de pesos realizaron 3 rifas de un computador, televisor e Ipod, durante el último año de estudio en el Británico.
Maritza Contreras revela que la primera señal del aparente engaño fue advertida a través de Twitter cuando los artistas de reggaetón en cuestión negaron que tuvieran un evento en Cartagena.
Entre tanto, la madre de familia reconoce que los alumnos también confiaron en exceso en el “empresario musical” de Medellín, pues “él negoció mucho con los pelados, ellos nos decían que no nos preocupáramos que todo estaba perfecto. Jovany Ramírez nunca nos dice que tiene que contratar a un tercero. Siempre pensamos que estábamos hablando con el representante”.
De tal modo, la presunta estafa además compone una negociación sin mayores garantías por parte de los estudiantes, por lo que aún no se interpone la denuncia penal.
(*) Nombre ficticio a petición de la fuente.
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