Reinan los artistas cartageneros

Los preludios de las fiestas novembrinas han servido para resaltar con mayúscula que en Cartagena hay talento de sobra. Los artistas locales se la han jugado toda de manera individual para sacar sus carreras adelante al punto que ya nadie puede ignorar sus nombres. De norte a sur, de oriente a occidente en Cartagena se sabe quienes son Lil Silvio y Kevin Flórez, dos chiquillos paridos por la Cartagena extramuros que han crecido en la música y tienen el palito para contagiar al público con esa energía desbordante que los caracteriza en cada presentación. Lo mejor de todo es la diversidad de géneros musicales que no deja lugar a dudas de que esta ciudad inspira los sentidos. Salsa, vallenato, dance hall, rock, reggaetón, boleros, folclor, champeta. Como quién dice pida lo que quiera que aquí lo complacemos. De las mejores voces de la nueva generación está la de Luifer de la Salsa, hijo del eminente compositor Luis Lambis. Cuando este genio de la canción se apodera de la tarima se crece de manera impresionante y en el mejor sentido de la palabra. Lo mismo sucede con Carlos Bohórquez y Luis K de León, excelentes intérpretes del vallenato que han dejado muy claro que la música no tiene fronteras, o dicho de otra forma que no se necesita nacer en valledupar para cantar con el alma al ritmo de un acordeón. Rioba, quien merecidamente obtuvo la semana pasada un premio Shock y Big Yamo son ejemplos de constancia, convencimiento en sí mismos y muestra de la evolución que tiene la música a través de las culturas. En tarima, durante los preludios ha quedado claro que la música no conoce diferencias y que en cambio inmortaliza en la memoria colectiva a los talentos sobresalientes y los sitúa en un puesto de respeto como los que se han ganado Juan Carlos Coronel, Cone Alean y los músicos e intérpretes de la Orquesta Cartagena All Star, quienes les dan sopa y seco a cualquiera que se atreva a medirse con ellos ante un micrófono.