El paseo vallenato “Ausencia sentimental”, del compositor Rafael Manjarrez, fue el último tema y el más emotivo y coreado por los asistentes al lanzamiento de anoche del Festival de la Leyenda Vallenata en Cartagena.
Este evento que estrechó los lazos entre este festival y La Hamaca Grande, se inició sobre las 5:30 de la tarde con el conversatorio “Entre la sabana y el valle”, que reveló las diferencias y similitudes entre los tipos de música de ambas regiones.
Sin embargo, una vez terminó, pocos sospechaban que asistirían a una gran descarga de vitalidad vallenata, reflejada en las presentaciones musicales de los Reyes y grupos de este género.
La velada en el Teatro Adolfo Mejía la abrieron los Niños del Vallenato de la Escuela de Talento Rafael Escalona que llegaron vestidos con trajes rojos, haciendo estremecer a los presentes interpretando la canción “El testamento”.
Concierto
Fue en ese momento cuando tanto sabaneros como vallenatos se confundieron en una gran masa de gente cuyo ún lenguaje fue la música.
Los niños y niñas de este grupo asombraron no sólo por aptitudes musicales sino por la destreza exhibida por algunos de ellos que no superaban los 9 años.
Cada canción interpretada era mucho más emotiva que la anterior, y cada Infante demostró su talento con su instrumento, mientras el director los observaba, impasible, con la seguridad de brindar un gran espectáculo.
Después de un breve receso, el Concejo Distrital entregó dos reconocimientos al mérito a Rodolfo Molina, presidente de la Fundación Festival de La Leyenda Vallenata, y a Lorenzo Morales, por encarnar a una leyenda viva del folclor colombiano.
No obstante, más aplausos vendrían en esa noche que se “meció” entre notas de acordeón y cantos de las personas que atiborraron la silleteria completa de los cuatro pisos del Adolfo Mejía.
Acto seguido vendría el grupo de danzas Chingalé que desarrolló una puesta en escena que divirtió a los asistentes pues además de música y baile, sus integrantes, mediante un pequeño acto teatral, invitaron a todos los cartegeneros al Festival Vallenato, mostrando los 4 aires del género musical y la danza del Pilón.
Los cambios del vestuario junto con los diferentes ritmos expuestos animaron al publico, tanto que en algunos palcos se podían observar a personas bailando, condición que se mantendría durante toda la noche.
Aparecieron los reyes
Luego llegaría la presentación del primer Rey Valleanto de la velada: Chema Ramos. Éste de inmediato comenzó con un repertorio de temas como “La primavera” de Lorenzo Morales.
Aparecerían más tarde los reyes vallenatos Julio Rojas, el único rey vallenato procedente de Bolívar, y Gonzalo Arturo “el Cocha” Molina.
Este último rindió un homenaje al compositor Adolfo Pacheco Anillo, versionando el tema “El viejo Migue”.
El siguiente turno en el escenario fue para el rey vallenato Hugo Carlos Granados, evocando los versos y metáforas de Leandro Díaz.
Emociones
Pero sin duda los asistentes a este memorable concierto serían minutos después testigos de una de las mejores transiciones de la velada, de la mano del último rey vallenato, “Luchito Daza”, quien precedería al compositor Gustavo Gutiérrez.
Ambos se encargarían de devolver a los espectadores para sus hogares con una sonrisa en el rostro tras un concierto que se disfrutó de principio a fin.
Tanta fue la emoción que desencadenó el vallenato romántico de Gutiérrez, que el Teatro entero, con pasión, cantó a su gusto, siendo también la sorpresa de la noche su presentación improvisada junto a Jean Carlos Centeno, quien estaba como espectador, del tema “Sin medir distancia”.
Al final el escenario se llenó de “Ausencia sentimental”.
Todos los protagonistas de la noche, junto con la alcaldesa, Judith Pinedo Flórez, se subieron una vez más a escena para sentir esta última canción que abre paso a la integración regional de La Hamaca Grande con el Festival de la Leyenda Vallenata.
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