La escena del rock de la Heroica amaneció desde el lunes pasado con vestido negro.Y no precisamente porque se trate de otro eufórico concierto de canciones, platillazos, bajos y guitarras distorsionadas.
La enfermedad, un cáncer linfático, le arrebató al rock cartagenero a Augusto Encinales, de 25 años, uno de sus hijos preferidos, y quien se atrevió a abrir senda y dar los primeros pasos atravesando el duro camino de su música, su estilo de vida, hasta poner la tierra firme para quienes vendrían y vendrán tras él.
Se trata del bajista del grupo Subterfugio, una de las bandas rockeras más reconocidas de la ciudad por haber trascendido con sus acordes y canciones en varias ciudades del país como Bogotá, Barranquilla y Buracaramanga, entre otras.
Fue amigo de todos, de las circunstancias y de la cerveza. Augusto es recordado como un “vale”, pero sobre todo es admirado por su talento y pasiones. Sin duda se notará su ausencia.
El artista fue velado en la Funeraria Lorduy, lugar que fue atiborrado en gesto de solidaridad por su banda conformada por Andrés Álvarez, Mario Osorio, y en especial, Karen Puello, su compañera de la vida; así como sus amigos, y todo aquel que lo conoció en algún bar o presentación.
Augusto, "el hermano"
Los más allegados a él no pudieron aguantar las lágrimas, como una reacción en cadena, al preguntarles quién fue Augusto para ellos.
Tampoco pudieron evitar el nudo en la garganta y demostrar impotentes cómo se quebraba su voz al ver sus fotografía, instantes en los que quedaron fijos sus mejores momentos.
“Fue siempre el mejor amigo de todos, un excelente músico. Augusto le aportó mucho al rock. Creo que muchos se animaron al ver tocar a ‘Subter' y al verlo a él en tarima con su energía y su bajo”, comenta, aguantando el llanto una de sus compañeras de “parche”.
David Rhenals, más conocido como “Billy”, lo consideraba su hermano, y no es para menos pues lo conoció desde los 10 años. “A ‘Agus’ le agradezco toda la vida. Hoy ya no está pero estoy tranquilo porque lo recordaré con la felicidad que siempre estuvo con él”.
Entre los comentarios que llenan su perfil, que aún sigue habilitado, en la red social Facebook, se encuentran los que aluden a su condición de músico, sus ganas en escena y sus esfuerzos para que su música retumbara en sus conciertos.
Muchos recuerdan sus primeros ensayos, donde se inició para poder tener el merecido reconocimiento entre los rockeros y su público.
“Está ahora con Elvis, con Jimmy Hendrix y Cobain”, señala Kathy López, quien lo considera uno de sus amigos más antiguos y duraderos, pues también tuvo la oportunidad de congelar con su cámara muchos de los mejores momentos de Augusto y Subterfugio, no sólo en tarima, sino en sus espacios, en sus rutinas.
Ausencia
La partida de Augusto Encinales deja a Subterfugio sin uno de sus integrantes más importantes.
“Augusto siempre trataba de innovar, creaba efectos y sonidos con sus pedales”, afirman sus colegas, pero al mismo tiempo este hecho marcará un nuevo comienzo obligado para sus amigos y compañeros de grupo.
Sin embargo, muchos de sus seguidores señalan que la ocasión no es para dejar caer el proyecto, sin desconocer el duelo, muy al contrario la música de Subterfugio debe ser escuchada, como Augusto quería, en los bares y tarimas, y que éste sea el motivo perfecto para seguir “rockeando” sin excusas.
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