Último adiós a Sandro

Miles de fanáticos se despidieron ayer del popular cantante argentino Sandro, cuyos restos eran velados en el Congreso de la Nación. Con banderas y fotografías del ídolo, rosas rojas y una profunda pena, los admiradores hicieron una fila de cinco cuadras bajo el sol abrasador del verano para ingresar al velatorio en el “Salón de los Pasos Perdidos”, mismo lugar donde en octubre la cultura argentina despidió a otra de sus mayores exponentes, la folclorista Mercedes Sosa. “Para mí era todo. Es un duelo muy grande”, dijo a APTN Nelly Sosa, una fan recostada sobre una de las vallas que rodea el Congreso. Siguiendo el deseo de su esposa, Olga Garaventa, se prohibió el acceso de periodistas, cámaras fotográficas y de televisión. El salón permanecería abierto hasta casi la medianoche. El velatorio se reanudará la mañana del miércoles hasta el mediodía, cuando los restos de Sandro sean sepultados en el cementerio de Lomas de Zamora, al sur de esta capital. En tanto, numerosas seguidoras, a las que Sandro llamaba cariñosamente sus “nenas”, dejaban cartas, velas encendidas y flores en la casa del artista en Banfield, también al sur. “Yo lo sigo desde el año 1969. Sacando el artista, era una gran persona. Para nosotros (sus seguidores) no está muerto”, dijo Mario Candia, mientras se protegía del sol con una gorra roja llena de prendedores con fotos de Sandro. El deceso del “Gitano”, quien falleció la noche del lunes, 45 días después de recibir un transplante de corazón y pulmones, fue la noticia excluyente de las portadas de los diarios locales, que también le dedicaron suplementos especiales.