El presidente alemán, Joachim Gauck, condecoró con la medalla “Cruz Orden al Mérito de la República Federal de Alemania”, a un músico cartagenero, quien está radicado en la ciudad portuaria de Hamburgo, donde imparte clases de música a niños de escasos recursos.
Se trata de Gino Romero Ramírez, nacido en el barrio Torices y criado en la urbanización Las Delicias, pero residenciado en Hamburgo desde hace 34 años.
La ceremonia se desarrolló el pasado martes en la ciudad de Berlín, en el Bellevue Palace, sede de la Presidencia de Alemania.
Se supo que el citado galardón se otorga a los ciudadanos alemanes o extranjeros nacionalizados "por su destacado servicio al bien común y la convivencia".
En el caso de Romero Ramírez, además de haberse nacionalizado alemán, lleva 16 años instruyendo a niños pobres de Alemania y de otras partes de Europa y del resto del mundo, cuya principal característica es que no cuentan con los recursos monetarios para recibir clases de tambores, piano y violín, que son los instrumentos que enseña el maestro colombiano en el plantel “Louise Schroder Schule”, del barrio St. Pauli, donde también opera su “Fundación Música Altona”.
Sobre el trabajo de Romero existe una película llamada “20 violines en el St. Pauli”.
“En una de las escenas más conmovedoras – ha dicho un diario alemán--, una madre deja escapar algunas lágrimas cuando se entera de que Gino se iba a Berlín, donde sería contratado como profesor permanente. 'Gino –dice la señora--, no nos puede hacer eso a nosotros'. Y Gino corre tras ella y trata de calmarla. Un poco más tarde, a continuación, los colegas se reúnen en secreto y escriben una carta. Hicieron un poco de presión ante la autoridad y ante el entonces senador Christa Goetsch. Y, finalmente, Gino aseguró su posición permanente en Hamburgo”.
Gino Romero cuenta que surgió de una familia numerosa donde no había tradición musical, de manera que es él el primero en interesarse en la música, inquietud que lo atrapó desde muy temprana edad cuando empezó a estudiar la guitarra y la flauta, instrumentos con los cuales ingresó al desaparecido Instituto Musical de Cartagena, donde se inició en el violín.
En 1979 se marchó a Bogotá a estudiar en la Universidad Pedagógica Nacional. En 1982, a los 21 años, aprovecha un viaje gratuito que consiguió su padre, quien era marinero. Y es así como llega al puerto de Hamburgo, en donde siguió estudiando violín, piano y composición; y, antes de convertirse en docente, organizó un grupo de música folclórica colombiana.
En la misma ceremonia del palacio presidencial fue condecorada una músico barranquillera, de padre alemán, llamada Patricia Renz, quien labora con Romero Ramírez en la instrucción de niños pobres provenientes, en calidad de refugiados, de países africanos como Ghana y Gandia, pero también de países asiáticos como Turquía y Vietnam. Otros arriban desde países como España, Colombia, Argentina y Chile.
En la actualidad Gino Romero organiza conciertos en las iglesias de Hamburgo, en los cuales participan hasta 200 niños violinistas, especialmente en el “Día de la música”, que se celebra en junio.
En mayo del próximo año viajará con un grupo de sus alumnos a Argentina, a un festival de música donde representará a Alemania.
“Hamburgo es la ciudad de los mecenas –dice el pianista--, porque aquí encuentras mucho apoyo para desarrollar proyectos culturales, sobre todos si están encaminados a favorecer a la población alemana”.
Recuerda que en alguna ocasión intentó hacer en Colombia lo que está haciendo ahora en Alemania, pero algunas demoras retrasaron el proyecto hasta que se ganó al viaje a Alemania y decidió quedarse de lleno en la docencia.
“Espero algún día –anuncia--, cuando ya me pensione, hacer esto mismo en San Bernardo del Viento, de donde es la mayoría de mi familia”.
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