Con la aprobación de 6.200 millones de pesos, en la isla de Barú se construirá una planta desalinizadora con la que se suministrará agua potable a los habitantes de esta zona insular.
A través de los recursos asignados por el Distrito, provenientes de las utilidades de Aguas de Cartagena en el año 2013, en dos semanas comienza la construcción de la primera etapa de este proyecto, con el que se llevará a Barú agua para su consumo.
Un año es el plazo de ejecución de las obras, en las que se beneficiarán alrededor de 4 mil personas.
El proyecto, que empezó a gestionarse en el 2008, tiene el apoyo de la Fundación Mamonal, Dow, la Alcaldía de Cartagena, el Gobierno Nacional y el sector empresarial.
“Hasta ahora solo se habían hecho estudios de orientación, pero no definitivos, ahora vamos a hacer un proyecto concreto”, sostuvo el gerente de Aguas de Cartagena, Francisco Pérez Tena.
Para los trabajos se contratará mano de obra local.
Tarifas
Pérez Tena indicó que las tarifas a cobrar por el servicio en la isla, serán incorporadas a las tarifas de Aguas de Cartagena, es decir, si allí hay estratos 1, 2 y 3 se le aplicarán las tarifas correspondientes a dichos estratos.
Cómo funciona
Según lo explicado por el gerente de Aguas de Cartagena, el agua puede ser obtenida de dos formas: la primera, del mar; y la segunda, de unos pozos “playeros” donde la arena y el subsuelo ya han hecho una primera filtración.
“El líquido extraído del pozo tiene cantidades de salinidad y cloruro menores que el mar, es menos salado y por tanto más fácil de tratar”, dijo.
El pozo de captación saca el agua de forma vertical hasta la planta.
En la planta, el agua pasará por bombas y por unos conductos que la separan de la sal y los sedimentos. Después de este proceso el líquido sale más limpio, posteriormente se mineraliza, con el objetivo de que tenga potasio y carbonatos, y luego pasa por un proceso de desinfección final.
Finalmente, el líquido es llevado a un depósito elevado y de ahí a una tubería hasta ser suministrado al pueblo.
El gerente explicó que aún no habrá alcantarillado en la isla, por tanto el agua ya usada por los baruleros será vertida en pozas sépticas.
"No hay vertido industrial, son aguas grises, lo único que tienen es materia orgánica, por lo tanto no contamina”, concluyó el gerente Francisco Pérez.
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