A punto de organizar una protesta de grandes proporciones están los habitantes de El Islote San Bernardo, corregimiento de Cartagena.
Así lo dio a conocer el inspector de esa localidad, Ramiro de Hoyos Castillo, quien explicó que ese territorio está sufriendo una preocupante emergencia humanitaria, debido al abandono en que lo tiene sumido el Gobierno Distrital.
El Islote San Bernardo está frente al golfo de Morrosquillo, y se considera la isla más poblada de la tierra. Sus principales actividades son la pesca y el turismo, y está compuesta por otras seis islas llamadas Isla Múcura, Kintipán, Tanda, Saisén, Mangle e Isla Palma.
Desde Cartagena se puede acceder a ese archipiélago en lancha rápida, mediante un viaje que dura una hora y 45 minutos. Pero también es dable utilizar las vías de Tolú y Rincón del Mar, en el vecino departamento de Sucre.
Ramiro de Hoyos aseguró que, desde hace más de tres años, El Islote viene siendo asediado por los vendedores de estupefacientes y por los ladrones, debido a la gran afluencia de turistas que arriban todas las semanas, fenómeno que se agudizó en diciembre del año pasado. “Jamás habíamos visto tantos turistas por estos lados”, afirmó.
Las oleadas de visitantes, según el inspector, son motivadas por la fama de tranquilidad que ostenta el territorio (“aquí no hay vendedores ni masajistas acosando”), pero al mismo tiempo es atracción para actividades como el microtráfico y el latrocinio, con la garantía de que El Islote no cuenta con policías, aunque a veces recibe el apoyo de los efectivos de la Armada Nacional.
Hasta el momento se desconoce de dónde vienen los facinerosos, pero sí se sabe que, en las siete islas, han desmantelado cabañas y lanchas, implementos con los que se atiende a los turistas, provenientes, en su mayoría, del interior del país.
Pero si no es porque Ramiro de Hoyos anda recorriendo los cortos rincones de El Islote, resolviendo los problemas de los habitantes y dándose a conocer entre los foráneos, los turistas no sabrían a dónde dirigirse en caso de que necesiten ventilar alguna inquietud, dado que la inspección carece de un local siquiera arrendado.
“Desde hace más de cuatro años –contó-- estamos tratando de construir una estación de Policía en Isla Múcura, en un espacio que cedieron los dueños del Hotel Punta Faro, pero eso nunca se ha dado. Tengo toda la papelería en orden, pero nada que las autoridades nos apoyan”.
Tampoco hay agua potable. Desde hace años los nativos se acostumbraron a esperar los aguaceros para almacenar agua, pero con el paso del tiempo, y con el deterioro de la atmósfera, las aguas pluviales se han vuelto impotables después de cierto de tiempo de almacenamiento, lo que se traduce en afecciones estomacales a la hora del consumo de alimentos y de la simple ingestión de agua, sobre todo en la población infantil.
Cada cierto tiempo la Armada Nacional visita al pueblo y hace donaciones de agua para cada vivienda, pero lo que siempre han querido los lugareños es la instalación de una planta desalinizadora que los provea del líquido potable permanente, inquietud que dicen haber comunicado a los sucesivos gobiernos distritales, pero hasta el momento la respuesta ha sido nula.
Sumada a la falta de una buena fuente de agua, está la irregular recolección de las basuras, que, a su vez, viene produciendo enjambres de moscas que afectan la calidad de vida de los niños de la Institución Educativa Santa Cruz de El Islote.
Los padres de familia afirman que, siendo una comunidad de estrato 1, El Islote está pagando la energía eléctrica más cara de Colombia, en razón de que a una vivienda puede llegar un recibo de 90 y de hasta 110 mil pesos, mientras que los pocos locales comerciales pasan de 200 mil.
“El colegio –dicen los líderes cívicos-- y el puesto de salud se salvan de eso, gracias a un convenio que los exonera, pero únicamente tenemos derecho a enfermarnos una vez por mes, porque el médico que nos asignaron debe estar una semana en cada isla, tal como lo reza su contrato con el Distrito”.
Junto a la planta desalinizadora y la estación de Policía, los isleños quisieran que cada isla tuviera sus espacios de recreación para niños y jóvenes, sobre todo porque algunos de estos últimos ya están siendo víctimas del microtráfico que se maneja subrepticiamente en ese perímetro.
Félix Enrique Barrios de Hoyos, un activista cívico, aprovechó para llamar la atención sobre las deficiencias que sufre el archipiélago respecto a comunicaciones, debido a que las señales para los teléfonos celulares son deficientes, “de modo que, no lo permita Dios, se presenta una emergencia con unos pescadores y no sabríamos cómo comunicarnos para emprender el rescate”.
Precisamente, y hablando de ese tipo de eventualidad, Ramiro de Hoyos hizo saber que las islas requieren de la visita de la Secretaría de Gestión de Riesgos, el Cuerpo de Bomberos del Distrito y la Defensa Civil, “porque no tenemos ningún plan ni la logística necesaria para protegernos en caso de que se presente un incendio, un huracán, un maremoto o cualquier otro desastre natural. Esas tres entidades jamás han ido a capacitarnos, ni nos han dotado de los equipos necesarios”.
Sin embargo, los nativos reconocen que el Dadis y la Alcaldía Local 1 son los despachos que más se han preocupado por mejorarles la situación.
Por su parte, el secretario del Interior del Distrito, Fernando Niño Mendoza, dijo que el Gobierno Distrital está atento a las necesidades de su zona insular, pero esos requerimientos se suman a los de las otras dos localidades, lo que hace que los presupuestos no siempre sean los más disponibles.
Sin embargo, anotó que la prioridad que se tiene respecto a El Islote es la construcción de la estación de Policía, pero se necesita que alguien done un lote o que lo entregue en comodato por cinco años.
El Islote
El Islote San Bernardo está frente al golfo de Morrosquillo, y se considera la isla más poblada de la tierra. Sus principales actividades son la pesca y el turismo, y está compuesta por otras seis islas llamadas Isla Múcura, Kintipán, Tanda, Saisén, Mangle e Isla Palma.
Desde Cartagena se puede acceder a ese archipiélago en lancha rápida, mediante un viaje que dura una hora y 45 minutos. Pero también es dable utilizar las vías de Tolú y Rincón del Mar, en el vecino departamento de Sucre. En los últimos meses registra abundante arribo de turistas, atraídos por la tranquilidad, la economía y la amabilidad de los lugareños.
"Desde hace más de cuatro años estamos tratando de construir una estación de Policía en Isla Múcura, en un espacio que cedieron los dueños del Hotel Punta Faro, pero las autoridades no nos apoyan”, Ramiro de Hoyos.
Los isleños quisieran que cada isla tuviera sus espacios de recreación para niños y jóvenes, sobre todo porque algunos de estos últimos ya están siendo víctimas del microtráfico que se maneja subrepticiamente en ese perímetro.
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