Habitantes de Tierrabomba volvieron a llamar hoy la atención de las autoridades distritales en torno a la dramática situación que viven en la isla por causa de la erosión. Con una marcha pacífica, desde el Hospital de Bocagrande hasta la Alcaldía, los nativos exigieron el reinicio de las obras del proyecto de recuperación y estabilización costera de la isla, que completa cuatro meses y medio de estar suspendido.
Los isleños exigen de la Administración gestionar, ante el Departamento Nacional de Planeación, los recursos económicos para retomar la construcción de los espolones y rompeolas que contempla el proyecto, además de unas obras complementarias que se requieren para garantizar su éxito.
El nuevo reclamo de los habitantes de Tierrabomba surge por otro inconveniente que le asalta al proyecto y que lo mantiene estancado a pesar de que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) levantó la suspensión de las obras impuesta por Cardique el 9 de junio de este año.
El impedimento esta vez es porque el Departamento Nacional de Planeación suspendió los giros financieros al proyecto hasta tanto la Secretaría de Infraestructura y la Dimar le rindan un informe que justifique las obras complementarias que la Administración planea hacer, las cuales modifican el proyecto previamente aprobado y contratado con la firma Rash Ingeniería por un costo de $24.309 millones.
PROYECTO ACCIDENTADO
Son varios los tropiezos que el proyecto de recuperación y estabilización costera de Tierrabomba ha tenido desde su planeación.
En principio fue un proyecto concebido en 2009 para construir 22 estructuras (espolones y rompeolas), pero por falta de dinero no pudo llevarse a cabo; sin embargo los embates de la naturaleza obligaron al Distrito en 2011 a contratar de emergencia la construcción de un espolón de 192 metros lineales en el sector La Puntica. Cinco años después, en mayo de 2015, el Distrito obtuvo los recursos, por regalías, y la licencia ambiental por parte de Cardique, para comenzar las obras contempladas en un nuevo proyecto que sólo justificaba el levante de 13 estructuras, entre espolones y rompeolas.
Tales obras fueron paralizadas por Cardique en junio y ante la insistencia de la población, la entidad trasladó, el 5 de septiembre, la competencia a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), la cual ordenó, el 12 de octubre, levantar la suspensión de Cardique, señalando que tal decisión aumentó el riesgo de erosión de la isla.
Ahora la obra enfrenta el nuevo inconveniente generado por las consideraciones del Departamento Nacional de Planeación.
CERRAMIENTO DE EL CEMENTERIO
Sumado a la petición del reinicio de la construcción de los espolones y rompeolas, los habitantes de Tierrabomba solicitan el cerramiento del cementerio, cuya pared frontal fue derribada por un fuerte oleaje del mar.
En los cinco meses que llevan paralizadas las obras, afirman los residentes que la situación se ha agravado. Mario Morales, presidente del Consejo Comunitario de la Isla, manifiesta que hay dos viviendas que sufren de manera especial las consecuencias porque el agua de mar ya filtra los cimientos e inunda las habitaciones.
“El mar ha avanzado a la costa y hay una línea de casas que están en peligro inminente”, expresó Morales.
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