Con actos religiosos y culturales, la comunidad de la Compañía de Jesús y la Arquidiócesis de Cartagena celebran este lunes el día de San Pedro Claver, patrono de los derechos humanos y defensor de los derechos de los más desvalidos.
La programación comienza a las 9 de la mañana con la eucaristía de clausura de la “Ruta de la fe”, en la que participan seminaristas y sacerdotes de l Costa Caribe colombiana. (Lea aquí: Ruta de la Fe llega a San Pedro Claver)
A las 4 de la tarde será el encuentro por la paz de comunidades y organizaciones sociales, actividad que se realizará en la plaza de la Aduana.
La procesión con la imagen de San Pedro Claver está prevista para las cinco de la tarde, la cual recorrerá las principales calles del Centro Histórico.
Posteriormente, a las 6 de la tarde, se oficiará una eucaristía en el templo, presidida por el arzobispo de Cartagena, monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal.
SU MUERTE
“Murió Claver el ocho de septiembre de 1654, al amanecer. La noticia corrió por Cartagena y sus campos, y fue la locura. Todos, pero principalmente sus queridos negros y los pobres, se vaciaron sobre el colegio de la Compañía, para rezar y para llorar. Tanto lo quisieron que no lo podían conformarse con saberlo muerto. Eras olas de gente que se agolpaban frente a la portería, esa misma portería donde lo vieron siempre sonriente, siempre acogedor, siempre generosos”, se le en la página67 del libro “Claver y Cartagena”, escrito por el sacerdote jesuita Tulio Aristizábal Giraldo.
DATOS
Las virtudes de Pedro Claver fueron declaradas heroicas por la Iglesia Católica el 24 de septiembre de 1747 y ese día se introdujo su causa de canonización.
Fue beatificado el 16 de julio de 1850 por el papa Pío IX.
Fue proclamado santo por el papa León XIII el 15 de enero de 1888.
El 7 de julio de 1896 fue declarado patrono de las misiones entre los negros y, en 1985, defensor de los derechos humanos.
Sus restos se conservan en el altar mayor del templo que lleva su nombre.
El papa Juan Pablo II lo honró, rezando ante ellos el 6 de julio de 1986, durante la visita que el sumo pontífice realizó a Colombia.
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