Con los más variados sabores de los dulces y la cocina típica tradicional de Semana Santa, se realiza desde hoy hasta el 20 de abril, el XIII Festival del Dulce y Artesanías, al cual se le ha llamado “Dulce Vejez”.
El evento surge como una iniciativa de la Secretaría de Participación y Desarrollo Social, a través del programa “Ahora Sí”, atención integral con calidad al Adulto Mayor, de la administración Distrital.
Durante el festival, las personas mayores de los hogares geriátricos, centros de vida y grupos organizados de la ciudad y sus corregimientos, harán derroche de su experiencia ancestral en la elaboración de dulces típicos de la región y de sus habilidades en la elaboración de artesanías.
Para ello, los adultos mayores cuentan con el apoyo de los comités de Emprendimiento Empresarial de los centros de vida.
Rocío Castillo García, secretaria de Participación y Desarrollo Social, explicó que el XIII Festival del Dulce y Artesanías: “Dulce Vejez”, estará abierto al público en el parqueadero No. 2 del centro comercial Ronda Real, desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde, con una variada programación musical y cultural.
“Esta es una buena oportunidad para disfrutar en familia de las delicias y el sabor de nuestras abuelas, como también para respaldar esta propuesta que muestra en su plenitud la capacidad y la productividad de nuestras personas mayores”, precisó Castillo.
Como innovación en este festival, las personas afectadas por la diabetes podrán deleitarse con los dulces preparados con endulzantes naturales.
PARTICIPANTES Y ASISTENTES
Un promedio de 110 adultos mayores participarán en el Festival que espera recibir asistentes de todas las edades.
“La asistencia no tiene costo, pero la idea es que todo el que asista consuma para que se convierta en una unidad productiva para los señores”, manifestó Jairo Cancio Meza, uno de los coordinadores del programa de adultos mayores.
Agregó que el objetivo del Festival es mantener las tradiciones de los abuelos y generar un sentido de pertenencia que los haga sentir útiles, lo cual certifica que la edad no es impedimento para ser una persona productiva.
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