En el mes de septiembre del 2007, el Tribunal Administrativo de Bolívar resolvió ordenar al Distrito de Cartagena la realización de las obras necesarias para el retorno vehicular en la vía del peaje de Vikingos.
Esta decisión se produjo como resultado de la acción popular interpuesta por la Asociación de Usuarios del Corredor de Acceso Rápido a la Variante (Asucar).
A la fecha, y después de dos incidentes de desacato, los vecinos y usuarios de esta vía siguen esperando resultados.
DESACATOS
En diciembre de 2010, el Juzgado Primero Administrativo de Cartagena dictó el primer desacato durante la administración de Judith Pinedo.
Una multa de 10 salarios mínimos tuvo que pagar la entonces Alcaldesa. El juez advirtió que la imposición de la sanción en ningún momento exoneraba al Distrito del cumplimiento de la sentencia que ordena las obras.
En el 2012, Asucar, en cabeza de su presidente Oswaldo Ríos, volvió a pedir orden de desacato que no fue concedida, aparentemente por las promesas de cumplimiento de las obras que hizo el Distrito.
El último desacato proferido por el Juzgado Primero se produjo el pasado 8 de julio.
En él se declara que el Distrito ha incurrido en desacato y que, como sanción, el alcalde encargado en ese momento, Carlos Otero Gerdts, debía pagar una multa de 10 salarios mínimos.
A la vez, ordenaba al Distrito que comenzara a cumplir en forma inmediata el cronograma de actividades para la ejecución de las obras.
DERECHOS VULNERADOS
Según Oscar Bonilla, presidente de la Asociación de Transportadores de la Costa (Asotranscosta), este proceso es del interés no solo de los vecinos de ese sector, sino también de los transportadores que usan la vía.
El goce del espacio público, la utilización y defensa de bienes de uso público y el acceso a la infraestructura de servicios que garantice la seguridad, son algunos de los derechos que aparentemente están siendo vulnerados.
MUCHOS RIESGOS
“El no permitir a los habitantes de la comunidad del barrio Albornoz realizar el giro de retorno genera un mayor recorrido y el pago de otro peaje de manera innecesaria e injusta”, se explica en uno de los apartes del documento de la sentencia.
Estas consideraciones aparecen como reseñas de lo que se debatió en varias reuniones de la Junta de Acción Comunal de Albornoz.
En ellas también se explica el alto grado de riesgo en los cruces y por qué se cree que no se tuvo en cuenta a la comunidad en la construcción.
OBRAS DE RETORNO
La comunidad espera que se construya en la vía del peaje de Vikingos la infraestructura necesaria para no tener que hacer retorno, pagando otro peaje y arriesgando la vida.
Los habitantes del barrio esperan que el Distrito construya en esta zona un puente o una glorieta de retorno que solucionará los dos problemas.
“Nadie hace nada por esto, Cartagena parece no tener doliente. Esperamos, tenemos la expectativa, que con la nueva administración algo cambie”, expresó Bonilla.
Debido al proceso de empalme, la nueva administración aún no conoce con propiedad los detalles del tema.
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