Serias incomodidades está causando en los barrios populares de Cartagena el que algunos propietarios de automóviles estén tomando las calles como espacios de estacionamiento.
El fenómeno ha venido creciendo en los últimos años, sobre todo en los barrios de estratos tres y cuatro, teniendo como causa las facilidades con que una familia, o individuo, pueden obtener un vehículo a precios módicos o mediante créditos no tan fuertes.
El problema es que a muchos de esos barrios, cuando fueron construidos años atrás, no se les contempló la posibilidad de abrirles espacios que fungieran como parqueaderos, ni mucho menos se dejaron áreas en los inmuebles para que sirvieran como garajes.
De manera que la opción más cercana es estacionar el carro en la vía, y lo más cerca posible de la vivienda del propietario, hasta que la fila de automóviles crece hasta ocupar casi toda una calzada, de manera que la que antes era una vía de doble sentido queda reducida a uno, por la fuerza de la incomodidad.
Jacinto Jesús Palafor, un habitante del barrio Simón Bolívar, en la carretera Troncal de Occidente, afirma que en esa zona de la ciudad las calles son angostas y, por lo tanto, son las menos recomendables para parquear.
“A varios vecinos, cuando llegamos en taxi cargando bolsas del mercado, nos ha tocado bajarnos en la esquina y caminar hasta nuestras casas, porque los taxistas no pueden entrar por la cantidad de carros parqueados”.
Carlos Flórez, un activista cívico del barrio Bruselas, resalta que “en la calle Lozano y Lozano, una persona construyó un edificio sin parqueadero; y todos los habitantes de los apartamentos parquean sus carros en la calle. Algunos vecinos, que no tienen carro, se molestan porque siempre tienen su frente tapado por un vehículo ajeno. También se ven calles llenas de carros de personas que no viven ahí, pero que les da miedo dejar el vehículo en su propia calle, porque creen que se los van a robar. El problema se ha reducido un poco, porque hemos hablado con algunos talleres de mecánica para que sirvan de parqueaderos en la noche. También porque les hemos recomendado a los inversionistas de edificios que abran un espacio para que tengan su propio parqueadero”.
Sindy Romero, de la Junta de Acción Comunal del barrio El Country, asegura que casi todas sus calles permanecen llenas de carros que impiden el paso de los camiones de aseo, “y no quiero imaginarme el día que se necesite el paso de una ambulancia o de un carro del bombero para atender una emergencia. Hay edificios donde algunos apartamentos tienen hasta dos carros, pero los parquean en las calles”.
Desde el miércoles, El Universal intentó hablar con el director del DATT, Edilberto Mendoza Góez, pero este nunca respondió su teléfono ni su Whatsaap.
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