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A 22 años de la invasión de EEUU a Panamá víctimas claman por justicia

JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ

19 de diciembre de 2011 04:01 PM

Familiares de víctimas de la invasión estadounidense de diciembre de 1989 a Panamá reclaman al gobierno norteamericano juicios e indemnizaciones por las muertes y daños ocasionados para capturar al ex dictador Manuel Antonio Noriega. “Lo primero que pedimos a Estados Unidos es una indemnización al país en su conjunto por la masacre de la invasión” dijo a la AFP Trinidad Ayola, quien preside la asociación de víctimas por la intervención norteamericana.     
“Claro que a uno le gustaría que el responsable de esto, que fue el ex presidente estadounidense George Bush, fuera juzgado. Sería lo ideal”, dijo Ayola.     En mayo de 1990, un grupo de setenta panameños presentó una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, en la que se pide condenar a los Estados Unidos “por los adños causados” y “violar la soberanía del país”.     
Además, los demandantes exigen “una compensación justa” por los daños morales y económicos producidos por la invasión, pero hasta el momento no se ha producido ningún pronunciamiento.     
“La Comisión no ha rendido una decisión por la razón más obvia: tiene temor a decir que el pueblo panameño le ha ganado una demanda a los Estados Unidos por una invasión”, dijo a la AFP la abogada de las víctimas panameñas, Gilma Camargo.     
En la madrugada del 20 de diciembre de 1989 fuerzas estadounidenses lanzaron sobre Panamá una cruenta invasión para derrocar el régimen militar comandado por el General Manuel Antonio Noriega, quien gobernaba de facto el país desde 1983.      
Noriega, un antiguo miembro de la CIA que fue adquiriendo poder tras el golpe militar que encumbró al líder nacionalista Omar Torrijos en 1968, terminó desafiando a Washington, que lo acusaba de estar asociado al narcotráfico.     
 Oficialmente la invasión dejó 500 muertos, cifra ampliamente cuestionada por organizaciones sociales locales debido a los bombardeos y enfrentamientos entre el poderoso Ejército norteamericano y una débil resistencia panameña.     
“Son 22 años que todavía sufrimos por nuestros amigos y por tanta gente que murió”, aseguró a la AFP Olga Cárdenas, quien formó parte de los llamados Batallones de la Dignidad, milicias formadas por el régimen militar panameño para enfrentar a los estadounidenses. “Este caso no tiene que caminar por la Corte Interamericana sino por el Tribunal (penal Internacional) de La Haya, pero para eso tiene que haber un gobierno que se atreva”, dijo a la AFP el catedrático en derecho internacional, Julio Yao.     
“Estados Unidos nunca pagó un solo centavo ni por las muertes ni por las millonarias pérdidas económicas que ocasionó ni durante ni antes de la invasión”, añadió.     Por su parte, Ayola destacó que “nos queda todavía el dolor de ver que nuestros gobiernos panameños tienen a las víctimas en el olvido. No se atreven a entrar en contradicción con la potencia más grande del mundo”.     
Esta es la primera vez que los reclamos de las víctimas se producen con Noriega en el país, después que éste fuera extraditado por Francia el pasado 11 de diciembre para que cumpla tres condenas de 20 años por desaparición de opositores bajo su régimen.      Noriega estuvo preso en cárceles de Estados Unidos y Francia por narcotráfico y lavado de capitales después que se entregara el 3 de enero de 1990 a las tropas estadounidenses que asediaban la sede de la Nunciatura donde se encontraba escondido.     
Muchos combatientes de aquella época le reclaman a Noriega no haber peleado y haber escondido armas que en un principio estaban listas para enfrentar a las tropas estadounidenses. Si Noriega “se comprometió a luchar y creó la conciencia para hacerlo, lo mínimo que se esperaba era que dirigiera la resistencia que se dio”, explicó Ayola, cuyo esposo, un oficial del ejército, murió durante la invasión.     
“Muchos militares no le perdonan no haber peleado y haber escondido las armas para que ellos tampoco pudieran pelear”, dijo la abogada Gina Camargo, quien duda que Noriega aclare estas acusaciones pues “es una ficha de la CIA”.     
“Al final todo el mundo termina culpando a Noriega de la invasión. Hay una tendencia por olvidar ese episodio y una especie de deseo de reconciliarse mucho más fuerte”, dijo a la AFP Renato Pereira, ministro de Gobierno durante la invasión.
 


 

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