Argentina rechaza cita británica sobre Malvinas

El canciller de Argentina, Héctor Timerman, rechazó el jueves los términos establecidos por su contraparte de Gran Bretaña, William Hague, para realizar una reunión en Londres la próxima semana, y reiteró su invitación a sostener un encuentro bilateral sobre la situación de las islas Malvinas.
Hague había rechazado una solicitud de Timerman para tener una reunión personal e insistido en asistir al encuentro con miembros del gobierno de las Malvinas, que Argentina no reconoce como legítimo.
Un grupo de legisladores de las islas, llamadas Falkland por los británicos, voló a Londres en previsión de posibles conversaciones con Argentina. La soberanía de las Malvinas es reclamada por Argentina y Gran Bretaña. Buenos Aires afirma que Londres la despojó de las islas hace 180 años.
Timerman descartó la propuesta de un encuentro tripartita y lamentó que Hague no pudiera “reunirse sin la supervisión de los colonos malvinenses”. Sin mencionar detalles, pidió a su colega británico que deje de seguir “intentando armar reuniones durante mi visita a la ciudad de Londres”.
El canciller argentino invitó a Hague a una reunión bilateral en Argentina para que también aprecie que “nuestro país es una verdadera democracia donde mis colegas cancilleres se pueden reunir libremente con quien lo deseen sin que yo tenga que presionarlos o condicionar su presencia a reuniones que no me soliciten o no les interesen”.
El ministerio británico del Exterior dijo la noche del jueves a The Associated Press que el ofrecimiento de Hague sigue en pie.
Los isleños votarán “sí” o “no” en marzo en un referendo sobre si continúan siendo gobernados como hasta ahora _un Territorio Británico Ultramarino con una legislatura elegida en votación directa que es supervisado por un gobernador designado por la reina Isabel II. El numeroso contingente militar de Gran Bretaña que puso fin a la ocupación militar de Argentina en 1982 sigue en la isla para apoyar al gobierno y posibilitar una economía basada en la pesca, el turismo y la exploración petrolera.
Los habitantes de las Falkland habían esperado un “intercambio pleno y franco de opiniones”, dijo su gobierno antes de que Timerman rechazara las condiciones de Hague.