Asesinan a campesino sindicalista en el norte de Brasil

 
“Joao Chupel Primo, de 55 años, fue asesinado porque denunciaba la extracción ilegal de madera en la región de Itaituba”, 350 km al oeste de Santarem, declaró Gilson Rego, portavoz de la CPT en esta ciudad. 
“Recibía amenazas de muerte y ya había sido agredido físicamente”, añadió el responsable de la CPT, un organismo vinculado a la Iglesia católica. 
La Fiscalía del estado de Pará pidió el lunes a la Policía Federal proteger a otros dos agricultores que junto a Chupel Primo habían denunciado el jueves pasado a leñadores clandestinos ante el ministerio público de Altamira, otra ciudad de la región. 
Para la CPT, el asesinato de Chupel está directamente vinculado a las denuncias realizadas en Altamira. 
“A comienzos de octubre, una operación policial tuvo lugar para impedir la tala ilegal cerca de Itaituba, tras las denuncias de Chupel Primo.
La tensión aumentó en la región, pero Chupel Primo siguió denunciando a los leñadores clandestinos”, subrayó el portavoz de la CPT. 
Entre mayo y agosto, siete campesinos habían sido asesinados en los estados de Pará y Rondonia.
Las ejecuciones comenzaron el 24 de mayo con el asesinato de la pareja de agricultores-ecologistas de María y José Claudio da Silva en Maçaranduba, en el suroeste de Pará, que denunciaban también a taladores clandestinos. 
En esta región aislada de Brasil, los grandes propietarios de tierras, presuntamente responsables de encargar los asesinatos de campesinos, gozan en general de total impunidad.