Continúa tensión en cárcel de Venezuela

La cárcel venezolana de El Rodeo continúa sumida en la tensión a una semana del inicio de una intervención militar que busca restablecer el orden en este penal, donde violentos enfrentamientos han dejado al menos 29 muertos hasta ahora.
A unos 40 km de Caracas, este recinto fue escenario el 12 de junio pasado de una violenta pelea entre presos que dejó 22 muertos, lo que motivó cinco días después una intervención militar en la que murieron tres personas más, dos guardias nacionales y un preso.
Esta semana, los cadáveres de otros cuatro presos fueron retirados, elevando a 29 el número de muertos. El gobierno ha señalado que continuará in-tentando dialogar con los reclusos, cerca de un millar que continuaban atrincherados sin rendirse en un sector del penal.
La Fiscalía Nacional ordenó la detención de siete funcionarios del ministerio del Interior y Justicia así como de la militarizada Guardia Nacional por hechos de corrupción en El Rodeo.
“Los delitos son corrupción propia, facilitación en el suministro de armas y explosivos, tráfico de droga y asociación para delinquir”, declaró la directora de Protección de Derechos Fundamentales de la Fiscalía, María Mercedes Berthé.  
Dos de los funcionarios acusados ya han sido detenidos.
Según reporta un diario local de la pequeña ciudad de Guarenas, vecina de Caracas y cercana al penal, los reclusos - que están sin servicio de agua potable y electricidad desde hace días - sobreviven con caramelos y agua de lluvia.
Familiares de los presos, que han realizado diversas protestas estos días y se mantienen en las afueras del penal, afirmaron a la prensa que los reclusos exigen la reposición de servicios y el retiro de los militares como condiciones para el diálogo.
Según el gobierno, un grupo de líderes criminales domina a los reclusos atrincherados e impide que el resto de internos pueda rendirse.
Sobre un total de 4.700 presos de El Rodeo, unos 2.500 han sido trasladados a otras cárceles de forma temporal mientras se soluciona este incidente, el más cruento registrado en una cárcel venezolana en la última década.