El juicio al español que conducía el automóvil que chocó causando la muerte del disidente cubano Oswaldo Payá comenzó el viernes, mientras las autoridades detuvieron a la bloguera Yoani Sánchez, quien se disponía a seguir el proceso.
El dirigente juvenil español Angel Carromero, quien permanece detenido desde julio cuando se produjo el accidente, llegó al tribunal en la ciudad de Bayamo --a unos 800 kilómetros de la capital-- a bordo de una camioneta blanca, constató The Associated Press.
“Esperen a que se haga el juicio y veremos cómo va todo. Somos optimistas”, dijo a su entrada a la sala el cónsul español Tomás Rodríguez, quien también ingresó a la sala del juicio.
La policía custodia el tribunal pintado de azul e instalado en lo que fue una antigua casa residencial. En varias cuadras alrededor también hay custodia y se bloqueó el tránsito vehicular. A unos metros de la puerta principal se colocó una ambulancia y por una salida lateral fueron ingresando los invitados a la sesión.
Mientras tanto, blogueros cercanos al gobierno y disidentes dieron cuenta del arresto de Sánchez, una opositora que tiene una página en internet, y que según el diario español El País --donde firma como columnista-- se disponía a escribir un artículo para ellos sobre el juicio.
Sánchez y su esposo Reinaldo Escobar viajaban a Bayamo para el juicio con una tercera persona cuando fueron arrestados el jueves por la tarde antes de llegar a la localidad, confirmó a la AP Elizardo Sánchez --sin parentesco con la mujer--, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
El bloguero y twittero Yohandry Fontana, que suele tener información ofrecida por el gobierno, aseguró que Sánchez viajó a Bayamo “para intentar una provocación y show mediático que perjudicara el buen desarrollo del juicio” contra Carromero.
Desde Miami, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó la detención de Sánchez, su esposo y una tercera persona.
“Si las autoridades cubanas pretendían minimizar la cobertura internacional del juicio frenando los esperados y seguidos escritos de Sánchez, han logrado todo lo contrario con este arresto arbitrario y de obvio contenido político”, manifestó Gustavo Mohme, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
Mohme instó a las autoridades cubanas “a dar muestras de tolerancia a favor de la libertad de expresión y de prensa”.
Su detención también fue condenada por Amnistía Internacional y el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Sánchez, creadora del blog “Generación Y” y ganadora de varios premios internacionales, habló con un hijo y le informó que estaban detenidos en un centro policial, de acuerdo con información de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Por la tarde los mismos blogueros oficialistas indicaron que Sánchez y su esposo habían sido trasladados a La Habana.
“Estamos profundamente preocupados por el uso repetido del gobierno cubano de las detenciones arbitrarias para silenciar a los críticos e interrumpir la reunión pacífica e impedir el periodismo independiente”, dijo un portavoz del Departamento de Estado, William Ostick.
Carromero, quien pertenece al ala juvenil del Partido Popular de España, y el sueco Jens Aron Modig iban en la parte delantera del vehículo y Payá junto al también disidente Harold Cepero en la parte trasera, cuando este se salió de la vía y chocó contra un árbol en las inmediaciones de Bayamo, ocasionando el deceso de los dos últimos.
En la audiencia del juicio el español reconoció públicamente que perdió el control del vehículo pero no que condujera con exceso de velocidad, como sostienen las autoridades cubanas.
Según las leyes de la isla, por las muertes producidas en el accidente Carromero enfrentaría una pena de hasta 10 años de prisión, aunque la defensa alegó que es imposible probar la velocidad exacta a la cual viajaban por lo cual solicitó su prisión domiciliaria.
Medios de prensa españoles sacaron a relucir un expediente de multas de tráfico de Carromero en la nación ibérica y hasta una solicitud para quitarle su licencia de conducir.
Familiares de Payá llegaron a Bayamo pero no pudieron participar del juicio.
“Nos tienen aquí violando nuestro derecho a asistir a un juicio llamado oral y público”, se quejó con los periodistas a pocos metros de la entrada al tribunal Rosa María Payá, hija del fallecido disidente. La mujer insistió que duda que se haya tratado de un accidente pese al reconocimiento del propio Carromero y su declaración de los hechos.
“Estamos pidiendo una investigación alternativa a (la del) gobierno y eso es lo único que nos dará la verdad”, agregó.
Payá era líder del Movimiento Cristiano Liberación y animador del Proyecto Varela, una iniciativa que a comienzos de la pasada década buscó modificar la constitución para abrir la isla al pluripartidismo.
Carromero y Modig --a quien se le permitió regresar a Estocolmo poco después del inicio de la investigación-- indicaron que habían viajado a Cuba para reunirse con Payá y miembros de su organización y brindarles apoyo financiero.
Periodistas extranjeros fueron autorizados a tomar imágenes de la llegada de Carromero al tribunal el viernes por la mañana en Bayamo y a seguir el curso del proceso desde una sala contigua.
La situación de la prensa cubana será analizada en detalle en la Asamblea General de la SIP que se inicia la próxima semana en Sao Paulo, Brasil.
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