Las primeras consecuencias de la revuelta policial del jueves contra el presidente Rafael Correa surgieron ayer cuando se informó que tres coroneles de policía fueron detenidos por 24 horas para investigaciones, y comenzó la inhumación de los restos de las cinco víctimas mortales cau-sadas en la operación de rescate del mandatario. El policía Froilán Jiménez, el soldado Jacinto Cortez y el estudiante, Juan Pablo Bolaños fueron sepultados ayer en esta capital. Son tres de las ocho víctimas fatales y 274 heridos, según el ministerio de Salud, mientras que militares patrullaban las calles de Quito al amparo del estado de excepción. Correa dijo sentirse “destrozado” por la pérdida de vidas humanas, pese a lo que consideró el desenlace una “victoria política del Gobierno”. CORONELES DETENIDOS El fiscal de Pichincha, Gonzalo Marco Freire, dijo que un juez acogió las órdenes de detención de tres coroneles solicitadas por la fiscalía. “Se están realizando las investigaciones correspondientes”, afirmó. Añadió que los tres “debían saber qué es lo que hacen sus subordinados, si los jefes no saben lo que va a pasar cometen delito de acción y de omisión. Si no cumplen con su trabajo con su deber están cometiendo un delito de omisión”. Una fuente de la fiscalía, que habló con condición de anonimato por no tener autorización para entregar información, dijo que los tres deteni-dos “tienen varias acusaciones, pero la más importante es tentativa de asesinato”. Dijo que la ley permite las detenciones por 24 horas. Aunque declinó identificar a los tres detenidos, que se presentaron voluntariamente, se supo que trata del coronel Edwin Echeverría, jefe del Regimiento Quito, donde el jueves se produjo la sublevación; el coronel Julio Cueva, jefe del Distrito Metropolitano, y el coronel Jorge Rivade-neira, jefe del Comando de la provincia de Pichincha. CORREA RETOMA SUS TAREAS El presidente Correa, retomó ayer las tareas de Gobierno con la presentación de su informe semanal de labores, mientras se inician acciones judiciales contra tres coroneles acusados de tentativa de asesinato durante una sublevación policial. El mandatario insistió en que la rebelión fue un intento de golpe de Estado que al fallar degeneró en una tentativa de asesinato en su contra antes de ser rescatado por militares y policías leales de un hospital de Quito, donde los insubordinados lo retuvieron durante varias horas. Los policías insurrectos aseguraron que la acción fue para exigir la derogatoria de una ley que consideran lesiva para sus ingresos. Las clases en los colegios de Ecuador se reanudarán el próximo lunes, informó el ministerio de Educación. “El reinicio de las actividades docentes se realiza en razón de que se ha recuperado la normalidad en el país, lo cual permite integridad y segu-ridad para los estudiantes”, señaló un comunicado. CORREA DESTACA APOYO DE SANTOS El presidente Rafael Correa, destacó ayer el respaldo de su homólogo Juan Manuel Santos, durante la rebelión policial. “Juan Manuel Santos se portó extremadamente bien”, resaltó Correa durante su informe semanal de labores, comentando que el mandatario colombiano lo llamó por teléfono para expresarle su apoyo en la crisis. “Colombia y Perú enseguida cerraron las fronteras”, recordó el jefe de Estado sobre la medida que ambos países adoptaron en solidaridad con su Gobierno y que fue levantada el viernes. Quito y Bogotá llevan adelante un proceso para la normalización plena de las relaciones diplomáticas, reactivadas en noviembre de 2009 tras 21 meses de ruptura debido a un ataque militar colombiano contra una base de las Farc en Ecuador, el 1 de marzo de 2008, que dejó 25 muertos, entre ellos “Raúl Reyes”.
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