Desde principios de febrero, un grupo de 13 jóvenes venezolanos, la mayoría estudiantes, realiza la huelga frente a la sede de la OEA en Caracas para pedir la libertad de dos diputados opositores, uno en espera de juicio por corrupción y otro condenado por complicidad en un homicidio.
La oposición afirma que ambos políticos fueron juzgados por “razones políticas”.
Washington está “preocupado por la salud y bienestar de los estudiantes, que arriesgan su vida por su creencia en la democracia y las libertades individuales”, señaló el Departamento de Estado.
Los jóvenes piden una visita de la OEA, pero su secretario general, José Miguel Insulza, aclaró que la organización no puede enviar una misión sin el acuerdo del gobierno de Hugo Chávez, y solicitó a los huelguistas deponer su protesta.
Rechaza intervención
El canciller venezolano Nicolás Maduro rechazó que Estados Unidos “venga a inmiscuirse” en el caso de un grupo de jóvenes que está en huelga de hambre desde hace más de dos semanas y aseguró que no se ha recibido ninguna petición de la OEA para visitar el país.
“Detrás de todo esto, del intervencionismo de este gobierno de Estados Unidos, con esta declaración y otros elementos que van a surgir seguramente en los próximos días, están intentado montar un escenario ficticio, algo así como un Egipto virtual”, añadió el canciller.
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