Enviado rebelde libio visita Italia

El presidente del gabinete rebelde de Libia Mahmud Jibril llegó a Italia a fin de sostener una reunión con el primer ministro Silvio Berlusconi en el marco de una gira por Europa encaminada a asegurar la liberación de miles de millones de dólares de bienes congelados libios. 
Jibril se reúne el jueves con Berlusconi en Milán, un día después de delinear planes para gobernar a libia tras la caída del gobierno autocrático de 42 años de Moamar Gadafi. 
Italia que colonizó Libia ha sido el principal aliado económico de ese país, con intercambios comerciales por un valor de 11.000 millones de euros (16.000 millones de dólares) en el 2010, antes de que la guerra civil interrumpiera el comercio en febrero. La cifra fue menor a los 20.000 millones de euros de 2008 (28.800 millones de dólares). 
El ministro del Exterior Franco Frattini dijo esta semana que espera que los rebeldes cumplan con todos los contratos con las firmas italianas. Eso incluye los firmados con la gigante petrolera Eni, la productora extranjera más grande de Libia.  
Eni envió técnicos a Bengasi para que ayude al restablecimiento de la producción petrolera y de gas natural. Eni indicó que las labores de reinicio de la producción petrolera libia podrían tardar hasta un año. 
Antes de la guerra civil, Eni bombeaba unos 280.000 barriles de gas natural y petróleo al día.
“Ellos se han comprometido a cumplir con todos los contratos, también aquellos con las empresas italianas, que fueron firmados en Libia. No fueron contratos con Gadafi”, dijo el canciller a la radio estatal RAI. 
La riqueza soberana libia también tiene participaciones notables en Eni, el banco Unicredit, el equipo de fútbol Juventus, y la empresa de defensa y aeroespacial Finmeccanica. Además, Eni y Finmeccanica, junto con sus subsidiarias tienen importantes inversiones en el país, donde unas 600 pequeñas y medianas empresas italianas están ansiosas por reanudar sus operaciones. 
Italia también está preocupada por la seguridad de cuatro periodistas que fueron secuestrados por leales a Gadafi el miércoles. Son dos corresponsables de los diarios Corriere della Sera, uno de La Stampa y otro de Avvenire. Su chofer libio fue asesinado. Una versión del diario Corriere della Sera afirmaba el jueves que los periodistas habían sido liberados.