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Europa buscará el apoyo del G20 para superar la crisis de la deuda

AFP

30 de octubre de 2011 03:32 AM

Dos reuniones maratónicas del 23 y del 26 de octubre en Bruselas permitieron a los mandatarios de la zona euro acordar medidas de gran envergadura que, en principio, deberían servir para solucionar la crisis de la deuda, aunque por le momento no se conocen los detalles. 
Los mercados reaccionaron positivamente al anuncio de un nuevo plan de ayuda a Grecia por un valor total de 230.000 millones de euros (incluidos 100.000 millones, en forma de condonación de la deuda, asumidos por los bancos acreedores) y al refuerzo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), ampliando su dotación hasta un billón de euros. 
La euforia, sin embargo, desapareció rápido: el viernes, el coste de financiación de la colosal deuda italiana volvió a dispararse en una emisión de bonos y las Bolsas terminaron, por lo general, a la baja. 
Precisamente, la decisión de reforzar el FEEF tenía como objetivo comprar deuda italiana y evitar así su hundimiento, que comportaría la zozobra de toda la zona euro. 
Con este nuevo modelo, el FEEF combinará un sistema de seguro que garantizará una parte de las eventuales pérdidas que sufran los inversores que presten a los países en dificultades y la creación de uno o varios fondos especiales destinados a atraer a los inversores exteriores y a los países emergentes. 
El presidente estadounidense, Barack Obama, insistió para que la estrategia europea “sea puesta en marcha con éxito, incluyendo la creación de una cortafuegos que impida a la crisis extenderse”. 
Los europeos, presionados por sus socios del G20 para acelerar las medidas para resolver la crisis, contaban llegar a Cannes con un paquete de medidas sobre la mesa, pero también recordarán a los otros miembros del selecto grupo que ellos también deben contribuir. 
“No somos los únicos que tienen problemas”, subrayó un responsable europeo cubierto por el anonimato. “Los otros deben actuar también”, añadió, en referencia a la deuda estadounidense de 14,7 billones de dólares y a los llamados reiterados para que China estimule su demanda interior, abra los mercados y deje apreciar su moneda. 
“Seremos muy incisivos”, prometió este diplomático. 
El hecho de contar con países emergentes como China, Rusia y Brasil, para que compren deuda de los países europeos más debilitados, no satisface a algunos.  
En Francia, por ejemplo, el socialista François Hollande, futuro adversario del presidente Nicolas Sarkozy en las presidenciales de 2012, denunció una “dependencia de hecho” de los países europeos con respecto a las potencias emergentes, “que se traduce por una confesión de debilidad”. 
“¿Podemos imaginar que si China socorre a la zona euro, lo hará sin contrapartidas? ¿Podemos pensar que el hecho de ponerse, aunque sólo sea en parte, en manos de estas naciones, con las que tenemos que negociar en el frente monetario y comercial, nos permitirá obtener resultados positivos para Europa”, se interrogó el candidato socialista. 
China podría aportar entre 50.000 y 100.000 millones de dólares al FEEF o a un fondo creado en colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI), informó el viernes el Financial Times, citando una fuente próxima al gobierno chino. 
Sin embargo, el viceministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao, se mostró prudente, tras entrevistarse en Pekín con el director del FEEF Klaus Regling, hasta que no se conozcan los detalles del dispositivo a finales de noviembre. 
Brasil también se mostró el viernes dispuesto a ayudar a Europa participando en el FEEF.

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