Golpes y choques al terminar debate sobre matrimonio gay en Francia

Los diputados franceses terminaron el viernes por la mañana los debates sobre la ley que autoriza el matrimonio homosexual, en un ambiente de extrema tensión marcado por choques, tanto en el hemiciclo como en las calles, donde los opositores siguen movilizados antes del voto definitivo, previsto el martes. 
El fin del debate parlamentario fue saludado como “un momento histórico” por el presidente de la Asamblea Nacional (Cámara Baja), el socialista Claude Bartolone. 
En cambio, el líder de la bancada de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha), Christian Jacob, habló de “caricatura”. La derecha no ha digerido que el gobierno y la mayoría parlamentaria decidieran acelerar el proceso de adopción del texto. 
La UMP anunció que, tras la votación definitiva del martes, presentará un recurso ante el Consejo Constitucional. “Esto no ha terminado, porque mientras una ley no es promulgada la situación no es definitiva”, dijo Jacob. 
El movimiento “Manifestación para todos”, colectivo de opositores al matrimonio gay, llamó a manifestar el domingo y el martes y mantuvo otro llamado a manifestar el 26 de mayo. 
La sesión nocturna de la Asamblea dio lugar a situaciones de enfrentamiento, aparentemente a raíz del gesto de burla de un funcionario, miembro del equipo de la ministra de Justicia Christiane Taubira, durante el discurso de un parlamentario de la oposición, lo que provocó la ira de los diputados de la UMP. 
CONFUSIÓN TOTAL 
Éstos bajaron en masa entonces al hemiciclo y se agruparon cerca de los bancos del gobierno gritando “íFuera, Fuera!”. Los ujieres y el ministro de Relaciones con el Parlamento, Alain Vidalies, se interpusieron en medio de una confusión total. 
“Hubo golpes”, afirmó un diputado socialista. Según otras fuentes parlamentarias, un ujier recibió un puñetazo. 
“Suspiro”, “burla” o “sonrisa maliciosa”, los testimonios divergen sobre el gesto que desencadenó la confusión. 
Bartolone condenó inmediatamente lo ocurrido, que revela la tensión extrema que reina respecto a la legalización del matrimonio homosexual, reforma de sociedad prometida por el presidente socialista François Hollande y combatida por las corrientes conservadoras, así como por la Iglesia católica. 
Bartolone anunció que pediría al buró de la Asamblea sanciones para los responsables del alboroto. 
Poco antes, varios diputados de la UMP habían abandonado la sesión para salir al encuentro de varios miles de manifestantes agrupados cerca de la Asamblea. 
Como las noches precedentes, se registraron choques al final de la manifestación, y la policía detuvo a unas 70 personas. 
La portavoz del movimiento contra el matrimonio homosexual, Frigide Barjot, cada vez más desbordada por grupos radicales de la extrema derecha y del catolicismo integrista, había pedido al gobierno que actuara contra los “creadores de disturbios”. 
Bruno Le Roux, jefe de la bancada de los diputados socialistas, afirmó el viernes que los manifestantes contra el matrimonio gay están “doblemente instrumentalizados” por la derecha y por grupos extremistas que quieren “quebrar la democracia” y “a veces a los homosexuales”. 
Las agresiones homófobas se multiplicaron en Francia e las últimas semanas. El miércoles por la noche, tres empleados de un bar gay de Lille (norte) fueron heridos por cuatro hombres, detenidos después. El jueves de madrugada el gerente de un bar gay de Burdeos (suroeste) fue agredido por dos hombres encapuchados que causaron destrozos en el establecimiento.