La integración de la región, tema pendiente en Unasur

La Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tiene como telón de fondo la polémica desatada en la región por la posibilidad de que Estados Unidos use bases militares en Colombia y con la evidencia de que la integración sigue postergada debido a las tensiones entre los países del bloque. Colombia será el gran ausente de la cita de cancilleres que se desarrollará hoy y la de jefes de estado mañana, a propósito del traspaso de la presidencia pro témpore de Chile a Ecuador. Bogotá y Quito mantienen rotas sus relaciones desde marzo del 2008 como reacción a la incursión militar colombiana a territorio ecuatoriano para atacar un campamento clandestino de las Farc. LA GIRA DE URIBE La ausencia de Colombia en la cumbre motivó la gira del presidente Álvaro Uribe por Brasil, Paraguay, Chile, Perú, Uruguay, Bolivia y Ar-gentina para exponer las negociaciones que Colombia lleva adelante con Estados Unidos para que efectivos de ese país puedan operar desde siete bases en territorio colombiano en tareas antinarcóticos, lo que ha generado preocupación en otros países de la región. Brasil ha pedido abordar el tema en el seno de la Unasur aunque se descarta que se realice mañana en la cumbre sino que quedaría para foro en una fecha por determinar. Los más fuertes críticos sobre las bases han sido Venezuela y Ecuador. Ambos países han expresado sus temores sobre la “amenaza” para la región que pueden representar esas bases en manos estadounidenses. UN ASUNTO DE CONFIANZA Grace Jaramillo, analista y catedrática de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, opinó que el asunto de las bases “es un tema de medidas de confianza, cada país es soberano de tomar las políticas que a bien tenga pero siempre en un marco de transparencia y de generación de confianza” y la confianza se ha fracturado por ejemplo, entre Colombia, Venezuela y Ecuador, apuntó. Sobre las bases, Uribe obtuvo variadas respuestas en su gira, que no incluyó a Venezuela y Ecuador. Brasil le pidió garantías de que las operaciones que los estadounidenses lancen se circunscriban al territorio colombiano. Bolivia y Uruguay expresaron su oposición al tema, mientras Chile y Perú manifestaron el respeto a las “decisiones soberanas” de Colombia. Argentina no realizó un pronunciamiento claro. CONSOLIDACIÓN Unasur tiene pendiente todavía la ratificación del tratado constitutivo de nueve de sus 12 miembros. Solo Venezuela, Ecuador y Bolivia lo han hecho. A ello se suma la postergada designación del secretario general del organismo. Para Jaramillo, “el proceso avanza muy lento, no veo una consolidación, un avance radical de Unasur en el corto plazo”. Lo que sí se ha confirmado es la voluntad de consolidación de los tres consejos ya existentes: de defensa, salud y energía y la creación de otros cuatro: de lucha contra el narcotráfico, desarrollo social, infraestructura y educación. Ecuador ha anticipado que durante el año que ejerza la dirección del bloque sudamericano su “objetivo estratégico” será fomentar la integra-ción, todo un reto para “ambicioso proyecto integracionista regional que puede ser una alternativa válida a la agonizante Comunidad Andina de Naciones y al estancado Mercosur”, según el ex canciller ecuatoriano Francisco Carrión. INVESTIDURA DE CORREA Quito concentra la atención regional mañana al acoger la tercera cumbre ordinaria de la Unasur, los festejos por el bicentenario de la independencia ecuatoriana y la investidura del segundo mandato consecutivo de Rafael Correa, que prometió “radicalizar” su política. Los tres hechos se enmarcan en un momento de fricciones, amenazas militares y desacuerdos diplomáticos entre varios miembros de Unasur. Las tensiones están al rojo vivo por cuenta de un acuerdo en discusión que permitiría a EE.UU. usar siete bases militares colombianas. Pero Quito no sólo será sede de la cumbre de la Unasur. También albergará la ceremonia de inicio del segundo mandato del presidente Rafael Correa ante 14 jefes de Estado de la región y de los festejos por los 200 años de la independencia ecuatoriana de España.