Dos candidatos se disputarán, salvo sorpresas de última hora, la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI) a partir de este viernes: la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, y el presidente del Banco Central mexicano, Agustín Carstens.
A medianoche del viernes (04:00 GMT del sábado) se cierra el plazo para la presentación de candidaturas para reemplazar al enjuiciado Dominique Strauss-Kahn, y Lagarde, de 55 años y Carstens, de 53 años, son los dos únicos aspirantes con posibilidades.
El tercero en liza, el presidente del banco central de Kazajastán, Grigori Martchenko, anunció su candidatura mediante un mensaje texto de su celular el 19 de mayo, pero no ha hecho campaña y declaró esta semana que “estaba más o menos claro” que Lagarde será la nueva directora gerente del Fondo.
Lagarde, una abogada de formación pero con una sólida reputación entre sus pares ministros de Economía del Grupo de países más desarrollados (G7), aparece efectivamente como la gran favorita.
“Los europeos tienen una visión unificante, y creo que en los países emergentes todavía tenemos la visión nacionalista, lo cual es lamentable”, explicó Claudio Loser, ex director para América Latina del Fondo, para quien las posibilidades de Carstens son ciertamente escasas.
“Los chinos prefieren verse como participantes en el club de los grandes, los indios piensan que ellos tienen gente muy capaz y Carstens está además muy asociado con Estados Unidos”, explicó.
Estados Unidos y Europa se han dividido la dirección del FMI y la presidencia del Banco Mundial desde 1946, por una regla no escrita que muchos países miembro critican, pero que una vez más no parece que vaya a cambiar en esta ocasión.
“Carstens ha sido hasta ahora incapaz de solidificar los apoyos de los países emergentes”, explicó Domenico Lombardi, del Instituto Brookings.
Brasil, un país con un importante peso dentro del grupo de países emergentes (G20) ha mostrado una posición cauta, similar a la de su aliado India.
“Es difícil venderse ante los asiáticos si no puedes traer tu propia región a la mesa”, explicó Lombardi.
Carstens se hallaba el viernes en Nueva Delhi y por ahora sólo ha cosechado los votos claros de una docena de países latinoamericanos.
Lagarde, que logró este viernes en Lisboa el apoyo de un grupo de países africanos, ha dejado en claro que está dispuesta a proseguir las reformas internas que inició su predecesor y compatriota Strauss-Kahn, tan exigidas por los países en desarrollo.
Carstens tiene como principal virtud su amplia experiencia como economista, como secretario de Hacienda y presidente del Banco Central y entre 2003 y 2006 como subdirector gerente del Fondo.
El consejo del Fondo está obligado a presentar la lista de candidatos a principios de la semana próxima, si hay tres candidatos o menos.
Si hay más de cuatro candidatos, los 24 miembros del consejo se darán una semana para preseleccionar a tres personas, las que generen más consenso, para mantener entrevistas en Washington.
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