Líder de Costa de Marfil pide desarme de todos los combatientes

El presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, pidió a todos los grupos beligerantes dejar las armas una vez que el añejo dictador del país fue capturado tras negarse a ceder el poder, lo que generó actos de violencia que dejaron una gran cantidad de cadáveres apilados en las morgues. 
Más de un millón de civiles huyeron de sus casas y una cifra aún no determinada de personas falleció durante esta lucha por el poder entre estos dos rivales que duró más de cuatro meses. 
“Después de más de cuatro meses de una crisis post electoral, marcada por una enorme cantidad de vidas humanas perdidas, estamos finalmente en el amanecer de una nueva era de esperanza”, dijo Ouattara en su discurso al país a través de la radio y la televisión la noche del lunes. 
Los habitantes de Abiyán, la capital comercial de país, se abstuvieron de celebrar en público temerosos de los muchos combatientes armados que rondan por las calles y se niegan a creer que su líder, Laurent Gbagbo, haya sido arrestado. 
Un periodista de la Associated Press escuchó fuertes disparos en un distrito sureño de Abiyán que se extendieron hasta la mañana del martes. 
Los habitantes del resto de la ciudad dijeron que la mayoría de los enfrentamientos habían cesado, aunque todavía se escuchaban tiroteos cerca de tres residencias de estudiantes universitarios donde se creía que estaban albergados los integrantes de la milicia que apoyaba a Gbagbo. 
Asimismo, las fuerzas de seguridad del ex mandatario fueron acusadas de disparar granadas de mortero y ametralladoras para liquidar a los opositores durante los enfrentamientos. 
A Gbagbo se le podría obligar a responder por los crímenes de sus soldados. Sin embargo, un juicio internacional podría agravar las divisiones que ahora Ouattara tratará de sanear como presidente.