Mató al asesino de su hijo porque lo dejaron libre

El caso de un padre que mató a tiros al asesino de su hijo conmueve a Bolivia, enfrascada ahora en un debate acerca de las debilidades de la Justicia, que dejó al criminal confeso en libertad condicional y exculpó a la supuesta autora intelectual del crimen. El militar jubilado Jorge Arteaga (56 años) le dio ocho tiros a quemarropa en vía pública a Jorge Guzmán (28), asesino confeso de su hijo Alex, en 2007, luego de salir de un tribunal que no pudo reunirse para fallar sobre el caso. Guzmán, que tiene sentencia de 10 años sin ejecutoriar, había hecho mofa del padre levantándole el dedo medio de la mano y sonriéndole con sor-na, según los testigos, que vieron estupefactos cómo el ex militar sacaba su arma y le hacía ocho disparos al asesino de su hijo. Arteaga, que hasta ahora permanece en una clínica con un cuadro de hipertensión, esperó justicia durante dos años. Los últimos dos días los foros de Internet, los blogs y la página electrónica del diario Los Tiempos, el principal de Cochabamba, ciudad donde se registraron los hechos, están abarrotados de comentarios, la abrumadora mayoría en favor del padre y en contra de la justicia, que ahora deberá juzgar al ex militar por asesinato. Por el retraso de la justicia, atribuida a artimañas de los abogados y falencias de los jueces, Guzmán estaba a cuatro meses de ver expirar su caso y quedar libre de delito. El caso es por sí extraño, porque la fiscal del proceso, Lilian Ferrufino, catalogó el homicidio como “lesión seguida de muerte”, aunque luego otro fiscal, Hernán Soria, imputó a Guzmán por “tentativa de asesinato” y exculpó a Valeria Daza, que conducía el automóvil desde el cual el asesino disparó en marzo de 2007 contra Alex Arteaga. Arteaga, único hijo hombre del ex militar, falleció una semana después de recibir el impacto de bala en el ojo. Guzmán jamás explicó porque mató a Alex, un joven abogado, aunque las versiones coinciden que lo hizo influenciado por su novia, al influjo del alcohol y las drogas. La defensa de Guzmán alega que éste disparó de modo fortuito mientras festejaba la víspera su cumpleaños. El abogado de Arteaga, Luis Butikofer, dijo que hubo muchas anormalidades en el proceso. “Las acciones dilatorias y maliciosas de la defensa lograron que el juicio oral, normalmente realizado en cinco o seis días, sea ventilado en más de 40 días”, lamentó Butikofer, en declaraciones al diario La Razón. “Es una pena que la mala aplicación de la justicia lleve más desgracias a una familia que ve cómo los delincuentes se pasean por la calle mientras las victimas tienen que aguantar día a día. Todo mi apoyo a la Familia de Alex y a su padre”, escribió una internauta en la página electrónica de La Razón. Un “Señor J. Pacheco” dijo al diario Los Tiempos: “Desde Canarias, España, (que) quisiera hacerle llegar mi humilde apoyo al SEÑOR ARTEAGA y su familia”. Y deplora “también aquí en nuestro país, los españoles nos sentimos muchas veces impotentes e indignados ante leyes y sentencias judiciales, que parece favorecen más a los delincuentes que protegen a sus víctimas”. En frente están quienes en nombre de los derechos humanos condenan la justicia por mano propia.