Once ballenas vuelven al mar

Cuadrillas de rescate lograron reflotar ayer a once ballenas que habían quedado atascadas en una playa aislada en el norte de Nueva Zelanda, mientras que otras 47 murieron. Algunos de los animales sobrevivientes parecían estar en dificultades. Las once ballenas rescatadas volvieron al mar y fueron rastreadas para asegurarse de que no volviesen a la playa, dijo Carolyn Smith, una portavoz en el Departamento de Conservación. Pero en una hora, Smith dijo que cuatro de las ballenas sobrevivientes tenían problemas. “De las once ballenas que fueron liberadas, siete aparecían en buena salud y cuatro experimentaban dificultades”, afirmó. “El departamento está preocupado porque no se han alejado del área inmediata y seguimos de cerca la situación”. Las 58 ballenas que quedaron atascadas el jueves por la noche en la remota playa Karikari estuvieron allí hasta doce horas antes de ser descubiertas, lo que fue el motivo de que tantas de ellas murieran, afirmó la vocera. EL PROCESO El viernes, trabajadores del Departamento de Conservación y voluntarios del grupo de rescate ballenero del norte luchaban por rescatar a las sobrevivientes con grúas y maquinarias, en medio de las dificultades causadas por una fuerte marejada y vientos intensos, para transportarlas un kilómetro hasta la bahía Mata, un lugar protegido con aguas más serenas. Unas 101 ballenas quedaron atascadas en la misma playa en el 2007. Nueva Zelanda tiene uno de los mayores índices mundiales de ballenas atascadas, principalmente durante su migración a y desde las aguas antárticas. Desde 1840, el Departamento de Conservación ha registrado más de 5.000 casos de ballenas y delfines atascados en las costas.