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Partidarios de reforma migratoria piden más apoyo

AP

18 de julio de 2013 09:59 PM

Los partidarios de una reforma migratoria de amplio alcance temen estar perdiendo la guerra de mensajes ante la opinión pública, por lo que consideran que para revertir esa situación se requiere una campaña en gran escala de grupos empresariales y otros simpatizantes vinculados a los republicanos en la cámara baja.
En momentos en que la Cámara de Representantes se encuentra en receso hasta septiembre, los que respaldan el proyecto de reforma a las leyes que regulan la inmigración consideran que el receso del Congreso durante todo agosto es crucial para su causa. Están haciendo planes para intentar asegurar que los partidarios de una reforma migratoria se hagan oír al mismo volumen que sus opositores cuando los legisladores regresen a sus distritos para participar en sesiones de preguntas y respuestas y otros eventos.
"Este es el hecho: no estamos ganando, así que tenemos que librar una campaña", dijo el jueves el senador republicano John McCain. "Como ustedes saben, hay muchos integrantes de la cámara baja que no quieren impulsar ningún proyecto de ley... queremos convencerlos de que cuando menos aprueben la norma, de forma que podamos conferenciar y trabajar juntos".
El proyecto para reformar las leyes que regulan la inmigración, una de las principales prioridades del presidente Barack Obama, ha estado en el limbo desde que el Senado aprobó el mes pasado una amplia propuesta de ley con cláusulas encaminadas a reforzar la seguridad en la frontera, requerir que los empleadores verifiquen el estatus legal de sus trabajadores, permitir que muchos trabajadores más ingresen al país legalmente, y a la larga ofrecer la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes que se encuentran en el país sin autorización.
Muchos miembros de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se oponen a otorgar la ciudadanía a las personas que cruzaron la frontera sin permiso o se quedaron en el país luego de que sus visas de turista vencieron.
El presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, descartó que ese órgano legislativo vaya a someter a discusión el proyecto de ley aprobado en el Senado. En lugar de ello, ha declarado que la cámara baja avanzará paso a paso con una serie de proyectos de ley individuales, el primero de ellos sobre la seguridad fronteriza.
Aunque Boehner esperaba que la Cámara de Representantes actuara sobre la inmigración antes de agosto, esa meta ya no está a la vista. Reiteró el jueves que la cámara baja debe atender el tema, aunque sigue sin estar claro cuándo y cómo.
Sin embargo, expresó la esperanza de que la cámara baja apruebe algo sobre inmigración antes de que el Congreso someta a análisis el elevar el tope de endeudamiento de Estados Unidos, algo que se prevé ocurrirá en los últimos meses del año.
"La Cámara de Representantes va a hacer su trabajo, y vamos a hacer esto paso a paso, con sentido común", afirmó Boehner. "Porque da la impresión de que el pueblo estadounidense ya está harto de proyectos de ley de 1.300 páginas que nadie ha leído".
El debate promete caldearse en agosto a medida que grupos empresariales, religiosos, agrícolas y de otro tipo que respaldan la reforma montan una campaña para promoverla. Por el otro lado, los grupos del movimiento conservador tea party, que tienden a acudir en grandes números a las reuniones de preguntas y respuestas, también se harán escuchar.
"Agosto es un mes en el que las propuestas legislativas mueren o sobreviven", dijo el senador demócrata Robert Menéndez, de Nueva Jersey, otro autor del proyecto de ley del Senado. Consideró que los que están a favor de la reforma a las leyes de inmigración deben hacerse escuchar en agosto.
"Y si no hacemos eso, estaremos bien encaminados para sucumbir en la Cámara de Representantes. Si no lo hacemos, entonces corremos un riesgo", agregó.
McCain, Menéndez, el senador demócrata Chuck Schumer, de Nueva York, y otros autores del proyecto de ley en el Senado convocaron a un amplio grupo de cabilderos empresariales, funcionarios de grupos religiosos y otras personas al Capitolio anteriormente esta semana para decirles que necesitan trabajar más duro y coordinarse mejor con el fin de ganarse el favor de algunos republicanos en la cámara baja.
Los senadores distribuyeron una lista de 121 republicanos de la Cámara de Representantes que se piensa pueden ser convencidos en torno al asunto, e instruyeron a los presentes a enfocarse en adecuar las campañas individuales a los distritos que éstos representan en el Congreso con el fin de granjeárselos.

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