Sarkozy conversa con el Papa tras expulsión de gitanos en Francia

El presidente francés Nicolás Sarkozy se reunió el viernes con el papa Benedicto XVI, en una audiencia considerada como un intento por mejorar las relaciones con los católicos luego de controversiales medidas contra los gitanos en Francia. El gobierno de Sarkozy ha vinculado a los gitanos, o roma, con acciones criminales, desmantelado cientos de sus barrios pobres y expulsado a más de 1.000 en meses recientes, enviándolos a Romania o a Bulgaria, sus países de origen. Las medidas han recibido abundantes críticas de católicos, y el propio Benedicto XVI pareció referirse al tema de forma indirecta con un mensaje sobre tolerancia hace unos meses. Al dirigirse a los fieles que se reunieron en su residencia de verano el 22 de agosto, el Papa exhortó a la gente a aceptar “la legítima diversidad humana” y le pidió a los padres “educar a sus hijos en la hermandad universal”, un mensaje que muchos interpretaron estaba dirigido a Francia. Sarkozy llegó unos 15 minutos tarde, luciendo tenso. Pero luego de la visita de media hora, parecía más relajado al regalarle al Papa una colección de libros. A cambio, recibió una pieza de cerámica y un grabado de la basílica de San Pedro. Sarkozy le pidió luego al Papa un rosario, el obsequio que el Pontífice generalmente le otorga a los miembros de la delegación que viaja con los jefes de estado. El secretario personal del Papa, monseñor Monsignor Georg Ganswein, sacó uno de una gaveta y se lo dio al mandatario. Luego de la audiencia con el Papa, Sarkozy tenía programado encuentros con otros funcionarios del Vaticano y visitar la basílica de San Pedro. Después, almorzaría con el cardenal Tarcisio Bertone, número dos del Vaticano. El periódico Le Parisien señaló que la visita de Sarkozy al Vaticano es vista como un intento por reparar su imagen ante los católicos franceses, muchos de los cuales rechazan su imagen de lujo, “sus relación con el dinero y simplemente su manera de ser”. El reverendo Philippe Verdin, un sacerdote dominico que publicó un libro de entrevistas con Sarkozy en el 2004, dijo que el mandatario estaba en una “gran búsqueda espiritual”. “Es muy intuitivo y entiendo la importancia de la oración: Es un hombre que reza”, dijo Verdin según Le Parisien. “Está muy preocupado por darle las gracias a Dios. Estoy seguro de que le agradeció a Dios por haberle permitido conocer a Carla Bruni”.