Estados Unidos y sus aliados europeos exhortaron el jueves al presidente sirio Bashar Assad a renunciar, al tiempo que los activistas reportaron más matanzas durante la noche.
Por su parte, un equipo de las Naciones Unidas por la defensa de los derechos humanos dijo que la represión de Assad a los opositores “podría equivaler a un crimen de lesa humanidad”.
Assad es blanco de presiones crecientes por su reacción a un levantamiento popular que comenzó hace cinco meses. Grupos defensores de los derechos humanos y testigos acusan a las fuerzas sirias de disparar contra manifestantes inermes y dicen que más de 1.800 civiles han muerto desde mediados de marzo.
El miércoles Assad dijo al secretario general de la ONU que las operaciones militares en su país han concluido, aunque la declaración no puso fin a la ola de exhortaciones a que deje el poder.
En una declaración escrita, el presidente Barack Obama dijo que Assad ha desencadenado una represión de su propio pueblo que reclama libertad. Fue el primer llamado explícito de Washington a la renuncia de Assad.
Obama dijo que las promesas del mandatario sirio para efectuar reformas suenan huecas mientras “aprisiona, tortura y masacra a su propio pueblo”.
Los líderes de Francia, Gran Bretaña y Alemania emitieron una declaración en la que dicen que Assad “debe dejar el poder en interés de Siria y la unidad de su pueblo”.
En un informe difundido en Ginebra, un equipo de la ONU dijo que la violencia en Siria debía ser remitida a la Corte Penal Internacional.
Los delitos de lesa humanidad son consideradas las violaciones más graves a los derechos humanos internacionales después del genocidio.
“La misión halló una pauta de violaciones a los derechos humanos que constituyen ataques extendidos o sistemáticos contra la población civil, que podría equivaler a crímenes de lesa humanidad”, dijeron los investigadores de la ONU en su informe de 22 páginas.
En gran parte de Siria prevalecía la calma el jueves, aunque los activistas reportaron intensos tiroteos alrededor del mediodía en la ciudad de Latakia. El miércoles, activistas dijeron que las fuerzas de seguridad mataron a 18 personas en distintos puntos del país.
En Nueva York, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon habló con Assad para exigir el cese inmediato de las operaciones militares y los arrestos masivos, según una declaración emitida el miércoles por la noche por la organización internacional.
En respuesta, Assad afirmó que las operaciones militares y policiales han cesado.
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